El Ayuntamiento de Valencia quiere ceder la gestión de les escoletes de Massarrojos y la calle Periodista Ros Belda a la Conselleria de Educación, en un acuerdo que podría perfilarse en los próximos 15 días y que constataría el cambio de rumbo de 180 grados en la política municipal.

La Concejalía de Educación, que dirige María Oliver (València en Comú), se marcó como objetivo que la gestión de las escuelas infantiles volviera a ser pública. Ante la acusada falta de funcionarios municipales y la dificultad de convocar plazas, el área de Oliver trata de perfilar un convenio con Conselleria para que asuma la gestión, este mismo año, de las escoletes de Massarrojos y Ros Belda, que llevan dos años construidos a la espera de su apertura.

Si finalmente Conselleria de Educación asume la gestión de ambos centros, en breve podría convocar el inicio de la prematrícula de cara al curso 2016-2017. Sin embargo, María Oliver explicó a este periódico que tiene un plan B en el caso de que la Generalitat no se hiciera cargo de su puesta en marcha. «Tengo ya los pliegos de condiciones listo para convocar los concursos de adjudicación, pero primero hay que esperar a ver si Conselleria acepta nuestra propuesta», señaló la regidora de València en Comú.

Si se convocara la licitación, ésta primaría «la calidad de la enseñanza y garantizaría el mínimo coste para los padres», dando pie a la entrada de cooperativas de profesores.

En cuanto al resto de escuelas infantiles, explotadas todas mediante concurso público por empresas privadas „excepto la de Pinedo, de gestión municipal directa„, María Oliver explica que de momento lo que se ha hecho ha sido prorrogar un año más la gestión de éstas, para a partir del curso 2017-2018 adaptarse al nuevo modelo que apuesta por la gestión pública.