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Obras

Las naves de Juan Verdeguer pendientes de rehabilitar se destinarán a uso deportivo

Sarrià anuncia que la restauración de la Harinera se retomará en marzo

La fábrica de la Harinera, en la calle Juan Verdeguer.

Las antiguas naves industriales de Ership en la calle Juan Verdeguer se destinarán a usos deportivos. Aunque todavía no es firme, este es el uso que más fuerza gana porque permitirá cubrir una de las carencias del barrio del Grao. Las naves de Ership, de propiedad municipal, forman parte del conjunto de edificios industriales a los que el Ayuntamiento de Valencia quiere dar nuevos usos. A falta de evaluar costes, no se descarta que pudiera construirse una piscina.

El ayuntamiento es ya el propietario de las naves de Ership, cuya rehabilitación debía correr a cargo de los urbanizadores del PAI del Grao. Sin embargo, el ayuntamiento se avino a la propuesta de los promotores de entregar suelo en el PAI a cambio de la rehabilitación, que será asumida por el ayuntamiento. La intervención depende ahora del inicio de la urbanización del PAI y de que se ponga a disposición del ayuntamiento el suelo comprometido, con edificabilidad para 50 viviendas, que el ayuntamiento podrá sacar a subasta y que permitirá acometer la rehabilitación de las naves, completando así la recuperación y reutilización de este espacio industrial ubicado a pocos metros de la Marina Real Juan Carlos I.

El consistorio, durante el gobierno de Rita Barberá, ya recuperó varias naves, que se han destinado a centro juvenil y espacio creativo. Está pendiente la reconstrucción de la antigua harinera, cuyas obras, financiadas con el plan Confianza, fueron paralizadas en julio pasado por el nuevo gobierno del tripartito. El Concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, asegura que las obras se reanudarán en marzo próximo y estarán terminadas en unos cuatro meses.

Tras la recuperación estructural y de fachadas y cubiertas de la fábrica, el ayuntamiento tendrá que convocar un nuevo concurso para acondicionar el edificio a los nuevos usos. El presupuesto de este año incluye una previsión de gasto de 800.000 euros para el acondicionamiento del interior . El edificio se lo repartirán las delegaciones de Empleo y Participación Ciudadana.

La rehabilitación de la antigua Harinera, que se destinará a centro de emprendedores, arrancó en septiembre de 2014 tras años de abandono y degradación que habían puesto al edificio al borde de la ruina. La previsión es que las obras, con un presupuesto de cinco millones de euros financiados por el Plan Confianza, acabaran en julio pasado, sin embargo, los plazos se han superado con creces. Las obras se adjudicaron a las empresas Dragados y Bertolín y la dirección facultativa se adjudicó al arquitecto Miguel del Rey y al poco del inicio de los trabajos empezaron a surgir complicaciones y los costes se dispararon.

No a los sobrecostes

El nuevo ayuntamiento se negó a pagar los sobrecostes que pedía la empresa y propuso hacer un modificado del proyecto pero sin alterar el presupuesto, lo que implicará renunciar a algunas de las intervenciones previstas. La intervención prevé el refuerzo de los cimientos y la recuperación de la antigua tolva de madera para cargar la harina como recuerdo de la antigua actividad del edificio. El edificio contará con cinco plantas que finalmente se destinarán a espacios de trabajo colectivo («coworking»).

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