Los comercios y hogares de la calle Pelayo y adyacente ya lucían vistosos elementos decorativos desde hace una semana, pero ayer fue el día grande en el que el barrio celebraba la llegada del Año Nuevo chino, sumándose de esta manera a las fiestas que tienen lugar en todo el mundo.

Dragones rojos y dorados y espectáculos en los que los participantes portaban vistosos kimonos y máscaras, llenaron ayer las calles de la zona por la que pasó la cabalgata, que se celebra por quinto año consecutivo en Valencia. Además, también hubo lugar para las artes marciales.

A primera hora de la mañana, las calles Pelayo y Convento de Jerusalén ya preparaban las carpas y paradas en las que durante todo el día se realizaron talleres de cultura china, manualidades, y donde se pudo degustar té y alimentos típicos de China, entre otras actividades.

La cabalgata la organizó el Instituto Confucio de la Universitat de València, y contó con la presencia del alcalde Joan Ribó quien „acompañado del primer teniente de Alcalde, Joan Calabuig, y del regidor de Cooperación al Desarrollo, Roberto Jaramillo„, recibió en el ayuntamiento al Consejero Consular de la China, Zhu Jian, y representantes de la Asociación de Comerciantes Chinos de la C. Valenciana, de la Asociación de Empresarios Chinos de Manises, y de la Asociación Ruianen España.

El alcalde recordó que la presencia china forma parte de la ciudad de Valencia desde hace años, de su tejido comercial, de su oferta hostelera, y también de su vida académica, cultural e investigadora. Además, Joan Ribó quiso destacar que la cabalgata es «un acto que pretende acercar a la ciudadanía una de las culturas y civilizaciones más antiguas del mundo y tejer lazos de unión».

En Valencia hay casi 6.000 personas de origen chino empadronadas. Estos días celebran el año 4.714 del calendario zodiacal lunar, que corresponde al signo del mono de fuego.