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Freno a los trabajos por diferencias con la empresa adjudicataria

Las obras se adjudicaron muy por debajo del precio de salida y ahora se quiere ajustar al máximo el coste

Por si no era suficiente la polémica de la excavación, las obras de San Vicente de la Roqueta han empezado a medio gas por las desavenencias del Ayuntamiento de Valencia y la empresa adjudicataria de la obra respecto a los trabajos que deben incluirse en este proyecto.

Después de una baja muy importante en su oferta —se adjudicó por 2,6 millones de euros cuando la previsión inicial eran 3,5— parece que la adjudicataria ha recortado al máximo su programa y el ayuntamiento trata de imponer el pliego de condiciones. Y en esas están. Ya se han hecho los trabajos de limpieza y saneamiento del ámbito de las obras y están a la espera de consensuar posiciones para empezar la actividad de verdad, que empezará por la excavación en el exterior del edificio, en plena calle San Vicente.

Según el proyecto inicial, se trata de dejar el edificio «congelado en el tiempo», con condiciones de seguridad, estabilidad, estanqueidad y cierre. De esa forma no se hipoteca una rehabilitación posterior dirigida a acoger los servicios que decida el Ayuntamiento de Valencia, que es el propietario del complejo.

Por lo pronto, esos usos no se han decidido. Más bien se han descartado algunos previstos, entre ellos la Biblioteca Central de Valencia, que podría ir a la sede del Centro Excursionista, situada en la Plaza Tavernes de la Valldigna.

Precisamente, los usos que se le den al edificio pueden ser un segundo punto de confrontación de los vicentinos con el ayuntamiento, pues el equipo de gobierno quiere usos «públicos» y los devotos de San Vicente prefieren dedicar estas instalaciones al santo, incluyendo biblioteca, museo y centro de recepción de peregrinos.

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