La inauguración de la exposición «Restauración San Nicolás», la muestra gráfica que recoge la evolución de los trabajos desarrollados en la intervención y que estará abierta hasta el mes de junio, estuvo ayer ampliamente arropada. Con Juan Roig y su esposa Hortensia Herrero a la cabeza, y en calidad de implicados mecenas de la Fundación que presiden, concitaron a su alrededor al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, así como al alcalde, Joan Ribó y a la concejala de cultura, Glòria Tello, entre otras personalidades del mundo eclesiástico, político y cultural.

Tampoco faltaron la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, o el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues. Las cuatro hijas del matrimonio Roig-Herrero, Amparo, Hortensia, Carolina y Juana acudieron puntuales a la cita, en la que recorrieron la muestra, donde se detallan los tres años de trabajo para recuperar todo el esplendor de los frescos. La restauración fue bendecida tras una eucaristía en el mismo templo. La sustitución de la iluminación por un sistema de lámparas led, que no distorsiona los colores de la pintura, aportaba ayer aún mayor grandiosidad.