Dos concejales evidencian la buena relación, enturbiada, eso sí, durante estos meses por no pocos conflictos políticos, en el tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Valencia. Sandra Gómez y Sergi Campillo, de PSPV y Compromís respectivamente, son inseparables. Ayer estaban juntos a la entrada del cónclave que el gobierno municipal celebró en el centro de atención a personas mayores de Benicalap, más conocido como Jubiocio, y que se saldó con el compromiso de auditar la deuda, desbloquear históricos proyectos urbanísticos como el aparcamiento de Ciudad de Brujas o renovar ordenanzas municipales.

El encuentro se celebró, explican diversas fuentes presentes en el mismo, en un ambiente de cordialidad ejemplificado por la buena relación entre el alcalde, Joan Ribó; su primer teniente de alcalde, Joan Calabuig; y el segundo teniente de alcalde, Jordi Peris, de Compromís, PSPV y València en Comú, respectivamente.

Los tres destacaron, al comienzo del cónclave que se alargó hasta las 19.30 horas, esa buena relación y aunque Ribó aseguró que aún «se puede mejorar», se mostraron tan satisfechos de estos primeros meses de gobierno que se pusieron como «ejemplo» para otros gobiernos de coalición de izquierdas.

En este sentido, el socialista Joan Calabuig alabó «el clima de diálogo y entendimiento propiciado no sólo entre los concejales, sino también en el mismo consistorio». Peris añadió que los objetivos de mejora de Valencia «tienen que partir de los puntos consensuados en el ´Acord de La Nau´ y por eso todo el equipo de gobierno está atento para ir desarrollándolos».

Así las cosas, el encuentro terminó con varias promesas, expresadas por cada uno de los concejales del equipo de gobierno. Estos anuncios ahondan en áreas en las que el tripartito ha puesto especial atención en los últimos meses. Destacan, por ejemplo, la promesa de hacer una auditoría ciudadana de la deuda „defendida por Berto Jaramillo, de València en Comú„ o la de desbloquear históricos proyectos urbanísticos, como la ampliación de los parques de Benicalap y Les Carolines, la creación del Parc Lineal en Benimàmet o la crucial apertura del aparcamiento de Ciudad de Brujas, reclamada por los vendedores del Mercat Central.

El ayuntamiento quiere, además, mejorar el funcionamiento interno y poner en marcha medidas relacionadas con el rescate social prometido en campaña. Así, la concejala María Oliver prometió la creación de un parque municipal de viviendas sociales, Sandra Gómez anunció el refuerzo del Grupo Gamma contra la violencia machista „la edil tuvo que ausentarse por la muerte de una mujer en el Canyamelar en lo que es presuntamente un nuevo crimen de violencia machista„ y Maite Girau destacó que los campus deportivos de la ciudad tendrán más dotación de becas. Además, Isabel Lozano pondrá en marcha un servicio de gestoría para promover las empresas de inserción y creará el III Plan de Igualdad Municipal.

También se modificarán ordenanzas de venta no sedentaria, mercados municipales o dominio público y ya se trabaja en diseñar una nueva Fira de Juliol y en poner en valor la iniciativa «Valencia, ciudad refugio» para recibir refugiados que huyen de conflictos armados.