Desde que el 4 de febrero se abrió al público el resultado de la restauración de la histórica Iglesia de San Nicolás, miles de personas han pasado ya por el templo para contemplar los frescos de Palomino.

La imagen se repitió ayer, con largas colas que ocupaban la plaza de San Nicolás, en el barrio de la Seu, para acceder hasta la iglesia. Cabe recordar que la parroquia ha preparado horarios especiales de visita para admirar las pinturas, cuya restauración ha costado 4,7 millones de euros y ha corrido a cargo de la Fundación Hortensia Herrero.