El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y su primer teniente de alcalde, el socialista Joan Calabuig, han dejado solo al concejal de Participación y segundo teniente de alcalde, Jordi Peris, la tercera pata del gobierno tripartito, ante las denuncias de enchufismo en la fundación InnDEA, antiguo coto para la contratación de afines del PP, lanzadas por Ciudadanos y el PP. Ni Ribó ni Calabuig quieren pronunciarse abiertamente sobre la polémica. Mientras los populares pidieron ayer una reunión extraordinaria del patronato de la Fundación para analizar las contrataciones y los poderes otorgados al gerente de InnDEA, Rafael Monterde.

El alcalde, Joan Ribó, ha llamado a capítulo a Jordi Peris y le ha pedido explicaciones por los contratos en InnDEA realizados mediante un concurso de méritos y copados en su mayoría por personas afines a Podemos, Valencia en Comú y EU. Sin embargo, Joan Ribó no ha querido dar un paso más consciente del difícil equilibrio del tripartito. Alcaldía argumenta que los despidos en Inndea y VEO, entre los que se incluyen los de la mujer del portavoz del PP, Alfonso Novo, y la hija del ex concejal popular Francisco Lledó, han sido «objetivos» y destacan que había gente que «llevaba doce años sin ir a trabajar». Con todo, en Alcaldía «no se descarta actuar» siempre que se pruebe que ha sido «un proceso de selección viciado».

La intención del nuevo gobierno tripartito, muy crítico con la opacidad y el uso como agencias de colocación de las fundaciones que hizo el anterior gobierno de Rita Barberá, no tiene intencion ahora que gobierna de suprimir ninguna. Y eso que la productividad en muchas de ellas es cuestionable. En InnDEA, cuyo objetivo es impulsar la innovación en la ciudad, la actividad en 2014 según su perfil del contratante se redujo a la resolución de un concurso de ideas denominado «Transition cities» y a la contratación por procedimiento negociado sin publicidad de las obras de pavimentación de Félix Pizcueta.

InnDEA, la única fundación municipal con poder de contratación no sujeto al de la Administración Pública, destina el 63% del presupuesto (1,4 millones) a pagar al personal (14 personas9, el porcentaje más elevado de todas las fundaciones municipales. El nuevo concejal de Participación ha despedido a doce personas en InnDEA, Crea y el Observatorio del Cambio Climático y ha vuelto a crear las plazas con el argumento de darles un nuevo perfil. En el proceso de selección, realizado mediante un concurso de méritos cuya baremación se fijó después de que los aspirantes presentasen sus currículums, han resultado seleccionados Maite Nácher y Francisca Hipólito, vinculadas a EU y Sara Verdú, próxima a Valencia en Comú, la misma formación del gerente, Rafael Monterde.

Los gerentes mejor pagados de las fundaciones municipales

La Fundación InnDEA como la de Turismo, a través de las cual se hicieron los pagos que ahora investiga el juez del caso Nóos, fue muy criticada en pasadas legislaturas por los grupos que ahora gobiernan por su opacidad, por el excesivo gasto en personal y por sus rendimientos. Algunas formaciones como EU propusieron incluso la desaparición de estos, con frecuencia, opacos organismos, a los que ahora se han incorporado, como asesores y cargos de confianza o personal laboral, afín a los que gobiernan.

El único gesto que se ha hecho en las fundaciones ha sido recortar los sueldos de sus directivos. El gerente de Inndea, Rafael Monterde cobra 59.000 euros y se encarga por el mismo precio de la gerencia de CREA y el Observatorio del Cambio Climático. Sin embargo, no es el sueldo más alto. El actual director de Turismo Valencia, Antonio Bernabé, que gestiona un presupuesto de 6,5 millones de euros y una plantilla de casi 50 personas, cobra 79.000 euros al año, pero le supera el presidente de la Fundación Deportiva, el ex asesor del PSPV, José Vicente Berlanga, con 81.600 euros.