El Ayuntamiento de Valencia sólo ha recibido 40.000 peticiones de ayuda para los libros de texto pese a tener un censo de 70.000 escolares en la ciudad, un vacío muy amplio que el consistorio atribuye a la «universalidad» de la medida y al desconocimiento de los posibles beneficiarios, por lo que se plantea, al menos, establecer algún tipo de regulación en función de la renta. El pleno del ayuntamiento aprobó ayer la primera modificación de crédito del año por un montante de 1,6 millones de euros. De esa cantidad, 1.180.000 son el sobrante de las ayudas conocidas como XarxaLlibres, para las que se destinaron más de 4 millones de euros.

Para el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, se trata, por tanto, de «una buena medida, pero una mala gestión», lo mismo que denunció el concejal del PP Alberto Mendoza, que añadió mala planificación, un retraso de los plazos que hará que las familias no cobren hasta abril y «unas complicaciones añadidas» que ha hecho que muchas familias desistan. Se refería a la imposición del ayuntamiento de Valencia de pagar los libros si se devuelven en mal estado.

El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, defendió, sin embargo, la gestión municipal y anunció que después de esta primera experiencia se analizará la situación y se tomarán decisiones.

A su juicio, la universalidad de la medida es una de las causas por las que mucha gente no ha pedido la ayuda. «Hay gente „dijo„ que por 100 euros ni se molesta», dijo Vilar, que se mostró partidario de tener en cuenta la renta de las familias para asignar estas ayudas.

Mejorar la comunicación

También cree que habrá que mejorar los canales de comunicación, pues al ser la primera vez ,no todo el mundo estaba bien informado. Lo bueno del asunto, según el concejal de Hacienda, es que se ha actuado con rapidez y en una semana se le ha dado destino a ese millón de euros, concretamente al pago de la primera anualidad del aparcamiento Ciudad de Brujas. Según dijo, con esta partida y el acuerdo que se firmará próximamente se soluciona un problema «histórico» y muy «enquistado».

Desde la oposición, Alberto Mendoza pidió celeridad para estas obras y respeto a los planteamientos del anterior equipo de gobierno, pues cuando el PP dejó el poder estaban a punto de firmar un acuerdo con la Generalitat para resolver este problema, que según recordó, es también un grave problema para los vendedores del Mercado Central.

«Ustedes dicen que estaba a punto de firmarse, pero llevan cinco años diciendo que está a punto de firmarse», le reprochó Vilar, quien destacó, por otro lado, que se actúe en la Lonja para quitar el «tráfico aberrante».

En este sentido, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, reprochó al tripartito que tuviera en mente la peatonalización de esta zona y no la hubiera incluido en los presupuestos.