Los seis extrabajadores de la Fundación InnDEA que fueron despedidos han pedido la dimisión del vicepresidente de la Fundación y concejal de Innovación, Jordi Peris, y del gerente, Rafael Monterde, a los que acusan de "mentir" y de "pésima gestión" de la institución.

En un comunicado, los despedidos han lamentado que, en octubre, les dijeran que estaban "muy contentos" con su trabajo y que por eso debían "estar tranquilos porque a medio plazo no se preveía hacer ningún cambio que nos pudiera afectar a la estructura de la plantilla".

Dos meses después se decidió prescindir de los servicios de esas personas, que han asegurado que Peris mintió en rueda de prensa cuando habló de "amortizaciones de puestos de trabajo" en vez de despidos, algo que los denunciantes han considerado una "burla".

Los antiguos trabajadores de InnDEA han comenzado las gestiones para interponer una demanda por la improcedencia de sus despidos y han tachado de "dudosa" la transparencia del proceso selectivo de los nuevos candidatos.

También han señalado al alcalde Joan Ribó como otro de los responsables y le han instado a "buscar una solución inmediata que sea satisfactoria para la imagen del ayuntamiento y de la ciudad, así como para el buen funcionamiento de InnDEA".

Los extrabajadores han subrayado que sus despidos estaban "programados desde el comienzo de la gestión de Monterde", al que le han recriminado que dijera públicamente que estaba en InnDEA "para divertirse" y que cuando dejara de hacerlo volvería a su puesto como profesor en la UPV.

"Nos preguntamos si el momento de nuestro despido no fue lo suficientemente poco divertido como para plantearse su dimisión", han comentado.

Han insistido en que el vicepresidente y el gerente han hecho que "seis familias valencianas se vean afectadas por el desempleo" y que su situación actual es "desagradable".

En su escrito, los trabajadores han asegurado no entender que, después de "amortizar" sus puestos de trabajo se haya contratado a siete personas con perfiles que creen que podrían haber cumplido ellos mismos con una pequeña formación.

Por este motivo, han expresado que "se podría disponer de los mismos profesionales con los que contaba la Fundación antes de los despidos con el esfuerzo conjunto de la dirección de la Fundación y sus trabajadores".

Han remarcado las "contradicciones" en la gestión de Peris, ya que según ellos nombró a Monterde "a dedo", "algo que está en contra de la ideología de València en Comú, partido al que pertenece Peris.

También consideran contradictorio el hecho de que en sus cartas de despido figurase como motivo el de "ahorrar costes a la administración pública", pero poco después se contratara a siete personas, una más de las que fueron despedidas.