La primera «mascletà» del ciclo fallero fue obra, como desde hace veinte años, de la pirotecnia Peñarroja, de la Vall d'Uixó, que en esta ocasión hizo un homenaje a la traca valenciana con la idea, a su vez, de darla a conocer al mundo y a los responsables de la Unesco que tienen que declarar a las Fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Fue una mascletá digital confeccionada de principio a fin de traca valenciana, guardando para los 10 segundos finales alrededor del 40% de los 118 kilos de pólvora que dispuso el pirotécnico.

«Me emocionó ver en primer lugar, en la crida, a la pirotecnia y aunque teníamos intención de hacer una mascletà de corte clásico, hemos insistido en el tema de la traca», dijo Pepe Peñarroja, quien estaba orgulloso de haber puesto su «granito de arena» en apoyo a la fiesta.

El pirotécnico aseguró haber usado un encendido digital por seguridad y pese al elevado coste del mismo. «Este año se ha subido un poco pero no vale la pena decir lo que vale una mascletà», apostilló irónicamente.