La renovación de la Fundación InnDEA, una entidad cuestionada en anteriores épocas por ser la agencia de colocación de personas afines al PP, le está suponiendo un importante desgaste a su vicepresidente y concejal de Partipación, Jordi Peris, de València en Comú. De momento, el cuestionado proceso de renovación de la plantilla, al que se presentaron casi 700 personas, ha sido recurrido por tres de las aspirantes. Otras doce personas han presentado reclamaciones por e-mail. Además, los nuevos responsables de la fundación tienen otro frente, el de los trabajadores despedidos „once personas: seis de Inndea y cinco de las Naves„ que han presentado una demanda laboral pidiendo la nulidad del despido y que ayer exigieron a Peris que dimita por su mala gestión.

Los despedidos, entre los que se encuentran la hija del ex concejal del PP Francisco Lledó, aseguran que con «una pequeña formacion» podrían haberse adaptado a los nuevos perfiles exigidos por los responsables de la fundación, que quieren dar un giro hacia la innovación social a la entidad. Un argumento que Peris y el nuevo gerente, Rafael Monterde, rebatieron ayer asegurando que el personal de Inndea, entre los que señalan a varios «zombis» „personal contratado por Inndea que en realidad trabajaba para otros servicios„ no era «reciclable». Los puestos ofertados, dijo Peris, «no tienen absolutamente nada que ver con las funciones presuntamente desempeñadas por los trabajadores cuyas plazas fueron amortizadas».

Peris volvió a insistir ayer en la transparencia en el proceso de selección para proveer los siete puestos de trabajo en InnDEA. Las personas que han recurrido el proceso, sin embargo, aseguran que las plazas «tenían nombres y apellidos» y afirman que «todo ha sido un engaño».

Los ex trabajadores de la Fundación InnDEA, en paro desde las pasadas Navidades, han presentado una demanda laboral para solicitar la nulidad y subsidiariamente la improcedencia del despido, acusan a Jordi Peris de mentir «descaradamente» a los trabajadores y dicen que cuando organizó en el mes de octubre „seis meses después de haber accedido al gobierno local„ una reunión con el nuevo gerente, Rafael Monterde, y la plantilla dijo estar «muy contento» con el trabajo que se llevaba a cabo desde la fundación y transmitió que «estuviéramos tranquilos» porque a medio plazo no se preveía hacer ningún cambio. «Menos de dos meses más tarde seis trabajadores „un tercio de la plantilla„ fuimos despedidos», denuncian los ex empleados, cuyas plazas fueron sustituidas por otras con nuevos perfiles ocupadas en su mayor parte por personas vinculadas a EU y Valencia en Comú.

El gerente de la fundación, Rafael Monterde, replicó ayer en un comunicado a las críticas de los ex trabajadores y aseguró que siempre se les dijo que los recursos humanos de la fundación estaban en estudio.

En la fundación había al menos tres personas contratadas por Inndea que, sin embargo, trabajaban para otras concejalías, una de ellas cobraba 53.000 euros y trabajaba para Alcaldía. Había personas que llevaban doce años sin aparecer por Inndea y otras como la ex diretora del CEyD „una de las entidades absorbidas por Inndea en 2012„ que han sido reclamadas por el juzgado de Palma que investiga el caso Nóos y los pagos del Valencia Summit.

De la criba en InnDEA se han salvado en cambio otras personas como Paula Llobet, actual directora de Innovación y cuñada de Alfonso Novo, que figura en las listas del PP, y que, según argumentó Monterde, se ha mantenido en su puesto porque técnicamente está cumpliendo.