Unos desconocidos han arrancado, a punta de piqueta, varias baldosas de la fachada del Centro Social La Amistad, situado en la calle Yecla, número 12, contribuyendo de esta manera a la degradación general del edificio, según la denunciado la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Amistad, Sol Romeu.

Este centro social fue inaugurado en el año 2001 y fue una de las obras más importantes de la ciudad, con un presupuesto de 600 millones de pesetas, casi cuatro millones de euros. Sin embargo, desde el principio, asegura Sol Romeu, ha tenido graves defectos de funcionamiento, sin despacho para la bibliotecaria, con ventanas altas a las que no llegan, puertas inaccesibles para personas que van en sillas de ruedas etc.

Y a esto se ha sumado, hace un par de semanas, lo que la presidenta de la asociación de vecinos califica como «acto vandálico».

Con nocturnidad

Según dice, unos desconocidos se dedicaron una noche a levantar con piquetas o palancas las baldosas de la facha del centro. Al parecer, hay entre 20 y 30 baldosas levantadas o rotas, por lo que el aspecto del edificio se ha visto muy perjudicado.

Y aunque lo han denunciado a la policía, no ha sido posible encontrar a los autores, sobre cuya identidad Romeu tiene sospechas pero no certezas. Así pues, ayer mismo presentó un escrito en el registro de entrada del ayuntamiento en el que repasa todos los problemas del centro y muy particularmente el último ataque sufrido. Es precisamente este asunto el primero que los vecinos quieren que se ataje, pues ya cuando el edificio fue inaugurado se produjeron desperfectos en la parte de atrás „por balonazos de los chavales„ y hubo que poner rejas en puertas y ventanas.

Luego, su propuesta es que se arregle todo lo demás, es decir, los problemas de funcionamiento que tiene el centro, empezando por poner sensores en las puertas que faciliten el acceso de los discapacitados y siguiendo por bajar las ventanas para que puedan abrirse y limpiarse con facilidad.

Respecto a las baldosas de la fachada, Sol Romeu cree que uno de los problemas es que en su día fueron pegadas a la pared con anclajes de hierro que pueden descolgarse fácilmente. De hecho, el último acto de vandalismo ha sido posible por eso.

La dirigente vecinal quiere ahora que las baldosas se pongan con masa para que la fiabilidad sea mayor. Es importante por el estado del edificio y por la seguridad de los viandantes, dijo Romeu.