Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los contrastes de la ciudad

El desigual desarrollo de un nuevo barrio

Nou Benicalap cuenta con una sensacional plaza triangular repleta de servicios para el ciudadano - Junto a ella, un enorme solar muestra los efectos de la larga crisis inmobiliaria

Vista general de la plaza José María Giménez Fayos. levante-emv

­El urbanismo de los nuevos barrios se construyó durante demasiadas décadas de espaldas a la ciudadanía, dejando pocos espacios públicos para el disfrute de todos. Afortunadamente, los diseños del siglo XXI, pese a seguir apostando por grandes bloques de edificios, han concedido grandes áreas para zonas verdes y equipamientos. La plaza del historiador y publicista José María Giménez Fayos, situada en Nou Benicalap, es un buen ejemplo de un desarrollo que tiene en cuenta las futuras necesidades de sus vecinos. La otra cara de esta nueva zona residencial son los solares desiertos, cicatrices de la larga crisis inmobiliaria a la que nadie se atreve a colgarle la etiqueta de «finalizada».

La plaza José María Giménez Fayos sorprende por su configuración triangular „desde el cielo parece una porción de pizza„ y porque ha concedido una amplísima zona verde a los ciudadanos, que combina varios equipamientos de calidad, como parque infantil o una pista de patinaje. La plaza se configuró como un excelente mirador para los bloques de edificios que la rodean y un bloque semicircular de unifamiliares de las que solo se ha construido una fase. Se trata de un excelente lugar para el paseo relajado, a pie o en bici, ya que dispone de un carril que la cruza, una solución que hoy los arquitectos desecharían en favor de otra menos invasiva con el peatón.

La zona no parece que vaya a seguir desarrollándose a corto plazo, pero la construcción de esta plaza dignifica mucho a Nou Benicalap, el barrio que creció después de darle un bocado imperdonable a la huerta y que se configura en torno a la Ronda Nord. Aquel gran mordisco supuso el fin de centenares de hectáreas de huerta productiva. Muchos de aquellos campos continúan siendo solares yermos, cuya única utilidad es la de dar cobijo como aparcamiento a decenas de vehículos. La imagen choca y produce cierta desazón, ya que junto a la preciosa plaza „en la que se echa de menos más masa arbórea„ se ubica este espacio perdido.

Compartir el artículo

stats