Una semana después de la dimisión del director general provisional del Consorcio Valencia 2007, el alcalde, Joan Ribó, desveló ayer que el geógrafo y experto en planificación territorial y turística, Vicent Llorens Martí, será la persona que tome las riendas de la gestión de la marina real Juan Carlos I. El nombramiento, consensuado únicamente por las administraciones valencianas, se hará efectivo en una nueva convocatoria «virtual» del consejo rector del Consorcio Valencia 2007.

Así lo explicó ayer el alcalde y presidente del consorcio tras un visita al parque de bomberos de la avenidas de la Plata, donde también informó de que ayer mismo había podido hablar con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, encontrándole mucho más predispuesto a reconducir las relaciones en el consorcio, donde están representadas las tres administraciones (Estatal, autonómica y local) y poder desbloquear los contratos e inversiones pendientes en la marina. Ribó encontró ayer en Beteta una «actitud muy positiva» y una «voluntad expresa de arreglar rápidamente las contrataciones imprescindibles como el mantenimiento y la limpieza de la dársena». Ribó explicó que Vicent Llorens, funcionario de carrera del Ayuntamiento de Gandia, donde actualmente es coordinador del servicio de Turismo, «es una persona muy cualificada y reúne las características que hacen falta en la dirección del Consorcio».

«Con mucha ilusión»

Vicent Llorens, vinculado al PSPV y al Bloc —una formación por la que fue concejal en Xeraco—, prefirió no hacer declaraciones ayer y esperar a que se cumplan los tiempos y se confirme el nombramiento. Llorens explicó que asume el cargo «con mucha ilusión». La marina es para este experto en planificación territorial y dinamización de espacios públicos, como el centro histórico de Gandía, una locomotora. Llorens comparte con los actuales responsables del ayuntamiento y la Generalitat la idea de que la marina debe dar servicio a los barrios del entorno como su territorio natural.

La dirección general del órgano gestor de la marina estaba vacante desde el pasado mes de mayo, cuando el anterior director general, Pablo Landecho, ex jefe de gabinete de Francisco Camps, dimitió para pasarse a la empresa privada. Ribó explicó que el nuevo director general cobrará un 35 % menos que Landecho, en concreto, tendrá unos honorarios de 79.000 euros, frente a los «desproporcionados» 120.000 que cobraba su antecesor. Se trata de una reducción significativa del sueldo que se queda casi al nivel de teniente de alcalde.

El nuevo director general tendrá que sacar adelante, según las palabras de Ribó, la «delicadísima» situación del consorcio, lastrado por una deuda de 400 millones de euros y un embargo de todos los ingresos que genere. Ribó quiere que con el nuevo director general se avance al máximo en las licitaciones relacionadas con el ocio y aborde una solución para problema económico del Consorcio, que, a juicio de Ribó, sólo tiene una salida, y es que el Estado asuma la deuda.