Los comercios de la avenida María Cristina están hartos. La llegada de las Fallas y la instalación de un mercadillo ambulante ante las entradas de sus locales ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los comerciantes de una zona que afearon ayer la falta de tacto del Ayuntamiento de Valencia al no consultarles la peatonalización del entorno de la Lonja.

«'L'Ajuntament del Canvi' se ha quedado en un eslogan», afean los comerciantes, que exigen la retirada del mercado ambulante «que está bloqueando» los puestos. «Ahora con la llegada de las fiestas grandes nos invisibilizan con las paradas de un mercado que sirve para sufragar los gastos de una falla», critican los comerciantes.

Aseguran que son ellos quienes «dan vida» a María Cristina, una de las avenidas más transitadas de la ciudad por su proximidad con la calle San Vicente Mártir, la plaza de la Virgen y de la Reina y la del Ayuntamiento. «Informamos y mimamos a visitantes y turistas a diario, porque esta avenida tan emblemática no tiene ni un punto de información turística», recuerdan los comerciantes.

Además, ponen en valor que son comercios «de producto tradicional, creativo y pintoresco, creando espacios de gran atractivo y de referencia tanto a vecinos como a visitantes». Los comerciantes de esta zona de la ciudad creen que cuentan con una «entidad propia y responsable de la zona».