Raíces aéreas como sistemas de anclaje. La concejalía de Medio Ambiente y Cambio Climático ha comenzado a aplicar está técnica a los ejemplares de higuera australiana (Ficus Macrophilla) que existen en Valencia. Con ello se pretende aumentar los puntos de apoyo de estos especímenes, algunos de ellos centenarios, para favorecer el crecimiento de la copa «y con ello la capacidad de generación de oxígeno y de captación de CO2 también se incrementa». Así lo explicaba ayer la concejal de Compromís Pilar Soriano, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Bosques. Se trata de una más de las iniciativas puestas en marcha para fomentar el conocimiento y la protección del parque arbóreo urbano, compuesto por más de 150.000 árboles. De ellos, aproximadamente 350 tienen la calificación de monumentales, bien por edad o por tamaño, como recordaban ayer desde el consistorio.

Los técnicos de la concejalía anclarán al terreno las raíces aéreas de las higueras, aumentando así los puntos de apoyo del árbol. La primera higuera sobre la que se ha actuado es el árbol monumental de casi veinte metros de altura que se encuentra en el parque de la Glorieta y la intención es continuar actuando sobre el resto de las higueras australianas de la ciudad. La Delegación de Parques y Jardines empezó ayer con la colocación de placas identificativas del arbolado monumental, en las que figura su lugar de procedencia, su nombre común en castellano y valenciano, su denominación científica, la familia a la que pertenece y la calificación de ejemplar monumental. La primera placa se ha colocado el ficus de la Glorieta, con un grupo de alumnos del colegio público Primer Marqués del Turia como testigos. Los técnicos explicaron al alumnado la importancia de los árboles en todos los entornos y especialmente en las ciudades, «donde equilibran las condiciones ambientales refrescando el aire al aumentar la humedad ambiente».