El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, confía en que el cambio de la normativa urbanística cuya exposición pública se aprobará hoy y que permitirá vender las plazas de garaje que hasta ahora eran de concesión pública permita reactivar el frustrado plan municipal de aparcamientos anunciado en la anterior legislatura, que incluía 6.000 plazas y 14 garajes subterráneos por toda la ciudad. Algunas plazas de concesión se ofrecían por 15.000 euros pero también las había de 35.000 euros, lo que disuadió a los vecinos de pagar por algo que en realidad nunca sería suyo en propiedad, aunque las concesiones superasen en muchos casos los 50 años.

La mitad del parque móvil de la ciudad (unos 350.000 vehículos) se aparca en la calle, no duerme en garaje. La intención de la medida es fomentar la venta de las plazas y liberar espacio público, al tiempo que generar ingresos al Ayuntamiento de Valencia. Del plan de aparcamientos se ejecutaron apenas la mitad, entre ellos, el del Paseo de Neptuno. La crisis económica y la falta de expectativa de negocio desanimó a las empresas y hubo que anular varias adjudicaciones. Entre los aparcamientos ubicados en subsuelo público que se podrían desbloquear ahora están los de Tomás de Montañana (545 plazas), General Avilés (258), Tomás Sala (429), avenida Valladolid (290) y Hermanos Rivas (496). Otro de los aparcamientos que se frustró y que en la actualidad es un gran solar es el de la calle Ruaya, donde aparecieron valiosos restos arqueológicos. Tras la excavación, el solar se colmató y el proyecto del aparcamiento decayó. El cambio en la normativa ha sido iniciativa municipal, aunque varias empresas lo habían solicitado. Con esta medida se eliminará uno de los obstáculos argumentados por los vecinos para rechazar la adquisición de plazas de garaje para residentes.