El gobierno del tripartito sacó pecho ayer por la reducción de la deuda viva del Ayuntamiento de Valencia que se situó a 31 de diciembre de 2015 en 714,9 millones de euros, lo que representa una reducción de casi el 12 % respecto de los 809 millones euros del ejercicio anterior. Hay que remontarse más de una década atrás para constatar una deuda viva más baja en el Ayuntamiento de Valencia, apuntaron ayer fuentes del equipo de gobierno formado por Compromís, PSPV y Valencia en Comú. El nuevo gobierno del «cap i casal» ha conseguido rebajar en 5 puntos el porcentaje de endeudamiento respecto del presupuesto global en tan sólo un año de gestión.

En este sentido, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, destacó ayer «la buena gestión económica que el actual gobierno municipal está llevando a cabo, y que ha permitido aumentar el gasto social para hacer frente a la situación de emergencia de muchas personas que viven en nuestra ciudad, a la vez que fortalecemos la economía local con una reducción de la deuda y dinamizamos los sectores productivos de Valencia».

El alcalde valoró asimismo los datos del período de pago a proveedores, que en la actualidad se sitúa en 25,1 días. «Se trata de la cifra más baja que ha conocido el Ayuntamiento de Valencia desde que se hace seguimiento de este dato», remachó el alcalde, quien añadió que «tenemos un compromiso con la economía productiva de la ciudad, con las empresas y autónomos que crean riqueza y empleo; por eso, la Administración tiene que estar a su lado y no entorpecer la actividad productiva, como había ocurrido en el pasado». Se ha pasado de los 45,93 de noviembre, a los 30,02 de enero y los actuales 25.

Ribó explicó que «retrasar el pago implica poner a muchas empresas y autónomos en la cuerda floja, por eso hacemos un esfuerzo diario por acortar el período de pagos».

Además, añadió el alcalde, «el erario público se beneficia de la disminución de los intereses de demora. La buena gestión económica tiene que ser —y por fin lo es— una señal de identidad del gobierno municipal». En cuanto a la reducción del nivel de deuda, que al cierre del pasado ejercicio se situó en 714,9 millones de euros, el alcalde destacó que el porcentaje de deuda sobre el total del presupuesto municipal se sitúa, en el 89%, frente al 93,83% de finales de 2014. Para encontrar una deuda viva más baja, hay que remontarse a antes de 2005, destacó el regidor.

Derroche y amiguismo

A juicio del alcalde, «es posible salir de las políticas de austericidio y de recortes que vivimos en las legislaturas pasadas, con una buena gestión económica que haga confluir un mayor gasto en políticas sociales y, al mismo tiempo, tome el camino de la reducción de la deuda. La ciudadanía exige políticas económicas responsables, que eviten el derroche y el amiguismo, y piensen en los vecinos y vecinas de la ciudad». Pese a la reducción de la deuda, el Ayuntamiento de Valencia aún figura en los primeros puestos en el «ranking» de las grandes ciudades más endeudadas. El primer puesto era el año pasado para el Ayuntamiento de Madrid con una deuda cercana a los 6.000 millones.