Las instalaciones del IES Campanar se llenaron de color el pasado martes con la celebración de un banquete medieval. Se trataba de un proyecto promovido por los profesores Pau Tobar, María Jesús Bronchal „ del departamento de Historia„, Carmen Zamorano de PT y la profesora en prácticas Helena Gomis. El gimnasio del centro se convirtió en un auténtico salón de banquetes, configurando una escena medieval amenizada por música de danzas populares y por la dolçaina de Adrià Giménez.

Organizados en grupos y vestidos de época, el alumnado de segundo curso de secundaria preparó recetas feudales, seleccionadas a partir de la obra «La cocina del Cid», de Miguel Angel Almodóvar (Nowtilus, 2007). Platos como gallina al horno o tortilla de perejil fueron devorados por monjes y villanos, doncellas y caballeros. El banquete estuvo presidido por los escudos familiares de los primeros repobladores cristianos de Campanar: Guillem Bou, Ferrer de Na Nina, Ramón de Banyeres, Guillem de Roudors, Guillem Alegret, Pere Durà, Arnau Jordà, Ramon de Rubí, Pere Bofill, Berenguer Espanyol, Guillem Genovés, Pere Rossell, Bernat Gilabert y Bernat Sagalea. Todos ellos, integrantes de una «colla d'almogàvers» procedentes de Barcelona, de los primeros que llegaron a la fortaleza del Puig en 1237.

La donación de tierras a Campanar, más de un año antes de la conquista de València, aparecen las primeras líneas del Llibre del Repartiment. Un hecho que da una idea de la riqueza de la huerta de este término.

Estos guerreros fueron premiados con dos o tres «jovades de terra campanera», una superficie que oscila entre los 60.000 y 90.0000 metros cuadrados. Según los organizadores de la iniciativa, esta aproximación a la historia, «divertida», podría repetirse en próximas ediciones.