La transformación en un jardín del antiguo solar del Colegio de San José de los Jesuitas, ubicado en la esquina del Paseo de la Petxina con la gran vía Fernando el Católico, lleva meses encallada. A unos meses de cumplirse los tres años de la firma del convenio de permuta suscrito entre el ayuntamiento de Valencia y el grupo hostelero Expogrupo para trasladar el hotel previsto en la parcela de Jesuitas al antiguo emplazamiento del ayuntamiento de Aragón, la tramitación municipal para inventariar esta parcela ha tropezado con la falta de cooperación de los Jesuitas. La delegación de Patrimonio Municipal todavía no ha podido escriturar la propiedad de la parcela de Jesuitas porque la compañía religiosa no termina de dar el paso de formalizar ante notario la cesión de una de las subparcelas que forma parte del denominado solar de Jesuitas, que en su día se enajenó para su posterior edificación.
La parcela pendiente de escriturar es utilizada en la actualidad como aparcamiento por parte del Colegio de San José. Las fuentes municipales consultadas aseguran que los Jesuitas han manifestado su voluntad de entregar la parcela, fundamental para completar la ampliación del Botánico, pero no lo hacen. La Concejalía de Desarrollo Urbano que dirige el socialista Vicent Sarrià da por cumplida la parte del convenio que le corresponde al ayuntamiento. El edificio municipal de la avenida Aragón ya ha sido derribado, el solar se ha vallado y está aprobada la reparcelación de esta manzana incluida en el plan urbanístico del Valencia CF para el campo de Mestalla.
El Colegio de San José fue fundado en 1870 en unos terrenos de la calle Trinitarios, de donde se trasladó unos años más tarde al paseo de la Petxina, lo que entonces era la periferia urbana. La amplia manzana donde se construyó el colegio cuyos edificios se articularon en forma de tridente orientado al río Turia se vio reducida progresivamente a partir de los años 60 y los planes urbanísticos del desarrollismo. Los Jesuitas vendieron la parcela de las «Escoletes», recayente a la gran vía Fernando el Católico, donde en 1974 se construyó el Complejo 2000. También se perdió el ala este del colegio, donde el plan urbanístico de 1966 asignaba una elevada edificabilidad con torres de hasta 30 alturas.
Otro bocado al colegio
El ayuntamiento rescató parte de los solares vendidos por los Jesuitas y trasladó la edificabilidad a otros puntos de la ciudad. Sobre los terrenos reconquistados al ladrillo se construyó el jardín de las Hespérides, en espera de su anexión al jardín Botánico y al de Jesuitas, donde en origen hubo una verde con un huerto y una alameda, que cumplía las veces de acceso al colegio desde la Petxina.
El retraso en la escritura del solar de Jesuitas como propiedad municipal está retrasando, a su vez, el convenio de cesión con la Universitat de València, dueña del Botánico, para la construcción del nuevo jardín. Tal como avanzó este diario, el plan especial de protección del entorno del Botánico que en breve presentará la Concejalía de Desarrollo Urbano propone que el solar de Jesuitas se anexione al jardín Botánico y al de las Hespéridas para crear un gran gran jardín botánico cerrado.
La fusión de estos tres espacios en un único jardín botánico convertiría esta estratégica manzana, anexa al Jardín del Turia, en un referente ambiental y científico. Se descartaría así la idea inicial del anterior gobierno municipal de Rita Barberá de convertirlo en un parque urbano abierto al público. El nuevo gobierno tripartito no descarta que una parte pueda convertirse en parque público abierto, si bien la idea es que sea un jardín predominantemente de índole científico y cerrado.
