Sorpresa desagradable la que se han llevado los vecinos de Nou Moles, que ya disfrutan del nuevo parque que une las calles Navarro Cabanes y Brasil. La inauguración del jardín pilló a todos por sorpresa: después de Fallas quitaron las vallas y permitieron la entrada a los vecinos. Sin embargo, los alrededores del parque están llenos de solares sin adecentar y en mal estado, incluso con terraplenes que, según los vecinos, pueden ser peligrosos para los más pequeños.

El parque incluye un colector (271 metros lineales), 41 farolas, 76 árboles, 39 plantas trepadoras, 1.724 m2 de plantas tapizantes, 1.066 m2 de tierra morterenca y juegos infantiles, así como 15 bancos y 12 papeleras.

La espera ha valido la pena, dicen, pero solo parcialmente. En los alrededores del parque hay hasta cuatro solares en los que no se ha actuado y se han quedado ligeramente «agrestes», según decían ayer por la mañana varios de los usuarios del parque. «Imagino que irán a hacer fincas, porque si no, no tiene sentido», lamentaba otro vecino mientras observaba los solares con rocas y malas hierbas creciendo en la tierra removida, que no ha sido adecentada.

Con todo, los vecinos están razonablemente satisfechos. El parque incluye también un amplio espacio para perros, separado de la zona de juegos infantiles, que es muy utilizado por quienes pasean a sus mascotas en la zona. «Faltaba un sitio así», es uno de los comentarios más repetidos entre los usuarios de este espacio.

Juegos infantiles adaptados

El parque, cuyo presupuesto alcanzó los 1.540.000 euros, cuenta también con juegos infantiles adaptados para menores con diversidad funcional. De hecho, varios vecinos de la zona creen que esta decisión de instalar juegos adaptados es lo que ha retrasado la apertura del parque, prevista para octubre de 2015 y que se ha alargado hasta marzo de 2016.

La decisión de instalar juegos infantiles adaptados se vio refrendada con una moción aprobada en octubre del pasado año tras una presentada por el concejal de Ciudadanos, Santiago Benlliure, que planteaba incorporar elementos infantiles de accesibilidad universal, al menos, en uno de los parques más significativos de cada distrito y marcaba un plazo de ocho años. Compromís aseguró que iba a buscar espacios en cada distrito para los menores.