València o Valéncia. ¿Cuál es la forma correcta del topónimo en valenciano del Cap i Casal? Hace años que los lingüistas debaten sobre el uso adecuado. El acuerdo municipal para que la denominación oficial de la capital sea en la lengua propia reabre una discusión donde la última palabra recae en la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), el organismo competente en la materia, según la legislación autonómica.

La AVL sólo admite la versión València, con «e» abierta, pero la Secció d'Onomàstica de la academia dispone de algunos informes filológicos que demuestran que la versión más autóctona es Valéncia, con «e» cerrada, según ha podido saber Levante-EMV.

«Si la grafía València era el efecto de un error y esa misma grafía no había incidido en la lengua hablada, la ética pedía corregir el error, de tal manera que la forma prácticamente general de la lengua oral (Valéncia) también sería la forma escrita». Es una de las conclusiones del informe de Abelard Saragossà, enviado con fecha de 28 de febrero del 2007 a la entonces presidenta de la AVL, Ascensió Figueres. Un argumentario científico firmado por el profesor de Filología de la Universitat de Valencia, en respuesta a una petición expresa del organismo oficial sobre cuál «sería la grafía más adecuada del topónimo que nos da a los valencianos nombre como pueblo».

Evolución fonética

Abelard Saragossà que preside la Taula de filología Valenciana, una entidad que aboga por el consenso lingüístico y que a su vez es candidato a la plaza que queda libre para la renovación de la AVL, realiza un repaso de la evolución fonética valenciana donde recuerda que «el cierre de las 'es' abiertas que se produjo hacia el siglo XI comportaba la pronunciación Valéncia», pero que la centralización de la normalización lingüística impuso el criterio de los filólogos catalanes y baleares a favor de la forma actualmente aceptada de València. Además el profesor Saragossà adjunta un trabajo que publicó en 1995 en el IV Col·loqui d'Onomàstica Valenciana, celebrado en Ontinyent, donde desmonta el argumento que la pronunciación de Valéncia sea influencia del castellano, y pone como ejemplo Dénia, el topónimo oficial de la capital de la Marina Alta.

La pronunciación general de los valencianos, la evolución interna de la lengua, la ortografía próxima a los usuarios y el factor emotivo son los cuatro argumentos que expone Saragossà en la defensa del uso de Valéncia.

Una conclusión que se adelantó en el tiempo a la publicación de los Criteris per a la fixació de la toponíma valenciana de la AVL, el año pasado. Una obra coordinada por el académico Emili Casanova, presidente de la Secció d'Onomàstica i Toponímia donde se marcan las bases para que las diferentes administraciones puedan salvaguardar el valor valenciano de la toponimia.

Precisamente Casanova es uno de los académicos más partidarios de respetar la lengua oral en la toponimia, como Saragossà, pero uno de los que más rehuye la polémica. Aunque la AVL aprovechó la presentación de Criteris para reclamar el cambio de 37 municipios con el topónimo equivocado, entre los cuales figuraba Valencia, con la propuesta de València, la entidad había aparcado un debate, que dado la relevancia del Cap i Casal hubiera puesto al descubierto las discrepancias entre «particularistas» y «ortodoxos». Sin embargo, con el acuerdo plenario del consistorio que preside Joan Ribó, todo aboca a un pronunciamiento oficial de la AVL, pues el artículo siete de la Ley de Creación de la Acadèmia recoge que una de sus competencias es «fijar, a solicitud de la Generalitat, las formas lingüísticas correctas de la toponimia y la onomástica oficial de la Comunitat Valenciana, para su aprobación oficial».