La primera reunión de los municipios tuvo lugar el 16 de octubre en el Castillo de Riba-roja, cuyo alcalde, Robert Raga, destacó la «riqueza paisajística de la zona» al mismo tiempo que su preocupación por «un entorno natural degradado, con falta de elementos de seguridad importantes y problemas de inversión». El parque tiene 4.600 hectáreas con grandes valores naturales.