«Con la iglesia hemos topado». Eso es lo que habrá pensado la concejal María Oliver estos días, pues las opiniones tras el anuncio de Patrimonio sobre la revisión de las concesiones de locales municipales a entidades católicas y vicentinas de la ciudad, al existir dudas sobre su aprovechamiento, no se han hecho esperar. Aunque los ánimos han estado caldeados tras saberse algunos de los locales que están en el punto de mira de la concejalía, las reacciones de los colectivos han sido dispares.

De hecho, tanto la Junta Central Vicentina (JCV) como el Altar del Carme, con sedes en la calle Miguelete número 1 y en la calle Alta número 1, no han querido pronunciarse hasta que no reciban una notificación oficial del ayuntamiento. Tal ha sido la actitud «precavida» de estas asociaciones ante la información publicada ayer por Levante-EMV, que incluso el vicepresidente de la JCV sugirió consultar la opinión de su honorable presidente, el concejal de Fiestas, Pere Fuset, que ayer se encontraba en Córdoba con el colectivo «Valencians pel món».

Asombro e indignación

«Invitamos a los miembros de la Delegación de Patrimonio a que vengan a nuestra sede para vernos trabajar. No dudarán del aprovechamiento de nuestra sede, ya que tienen poca fe en lo que podamos hacer durante el año», afirma indignado Francisco Esteve, presidente de Amigos del Corpus de Valencia, que cuenta con un local de titularidad pública en la plaza Dramaturgo Fausto Hernández Casajuana número 4. Esteve no duda en hacer gala de los actos que organiza el colectivo, entre ellos, los relacionados a la Festividad del Corpus Christi, una tradición de más de 750 años de antigüedad.

«Colaboramos con todas las asociaciones que hacen actos culturales de corte religioso en la ciudad, como la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera. Además, promocionamos la fiesta del Corpus Christi, la gran olvidada en la ciudad», asegura Esteve, quien además reconoce sentirse sorprendido por la iniciativa del consistorio, ya que hace apenas cinco días se reunió con el concejal de Fiestas, Pere Fuset. «Hablamos sobre el calendario festivo de este año, pero no mencionó la medida en cuestión. Sin embargo, sí que mostró interés por el local», asegura el presidente de Amigos del Corpus, que mostró al edil las instalaciones de la sede, de unos 50 metros cuadrados.

Los miembros del Altar del Mar, cuya sede se encuentra en la plaza Santa Cruz número 2, también se mostraron estupefactos ante las dudas de Patrimonio sobre el rendimiento de su local. «Estamos muy sorprendidos. Mantenemos una labor social constante en el barrio, ya que estamos vinculados al Colegio Imperial de Niños Huérfanos Sant Vicent Ferrer. Sus residentes actúan cada año en nuestra altar y les ayudamos económicamente», explica Mariví Borrell, vicepresidenta de este altar de 600 años de historia.

Otras de las entidades que se encuentran en el punto de mira el consistorio es la Asociación Paraguaya de la plaza Santa Cruz, y la Sociedad Micológica Valenciana de la calle Corredores. En el caso del colectivo paraguayo, su sede sólo se encuentra abierta al público los martes y jueves por la tarde y organizan un evento al año, durante la fiesta nacional de Paraguay en el mes de mayo.