Dos semanas después de las fiestas josefinas, Poble Nou ha quemado su particular falla. Por tercer año consecutivo, el monumento ha corrido a cargo de Guillermo Vicent Tuñas, quien aspira a convertirse en artista fallero de manera profesional. Como en anteriores años, los vecinos de la pedanía respondieron acudiendo en masa a la Plaça del Poble, donde se ubica el edificio de la alcaldía pedánea. Lo que empezó como una aventura personal de Vicent se ha convertido ya en una tradición para los vecinos de Poble Nou y las pedanías colindantes.

El monumento de Guillermo Vicent, un apasionado de todo lo relacionado con el arte fallero desde bien pequeño, destacaba este año por su notable acabado. Las figuras han ido ganando realismo tal como destacaban los propios vecinos que se acercaron a contemplar el monumento. Una «xocolatà amb fartons» i una «globotà» acabaron por conferir a la cita fallera una aire lúdico. El buen tiempo, además, respetó la «cremà».