«Locales para trabajar, y no para hacer fiestas». Así reivindican su papel algunos altares vicentinos de la ciudad, que reivindican su papel en plena polémica, después que la Delegación de Patrimonio del Ayuntamiento de Valencia anunciara la apertura de una convocatoria para la concesión de locales de titularidad pública que ya ocupan asociaciones y colectivos de la ciudad, entre ellos, estas asociaciones vicentinas de más de 600 años de historia.

«Somos tranquilos, y no utilizamos nuestra llar para hacer verbenas, sino para trabajar en nuestras causas y para custodiar la reliquia del santo. Hacemos un buen uso, ya que no armamos escándalos. No somos ninguna falla», asegura Mariví Borrell, vicepresidenta el Altar del Mar. «No podemos permitirnos pagar un alquiler», afirma esta miembro de uno de los altares más antiguos de la ciudad, quien insiste en la importancia de estos locales para colectivos con una media de edad alta, como es el caso del Mar. «Hacemos todo lo que podemos para ayudar económicamente al Colegio de los Niños Huérfanos», defiende Borrell.

A pesar de los alegatos en defensa del uso legítimo de estas instalaciones municipales, todos los locales de titularidad pública deberán de someterse a concurso, independientemente del colectivo que los ocupe. Una vez esté abierta la convocatoria, prevista para el mes de mayo, tanto los colectivos que ocupen locales públicos como los que aspiren ha hacerlo, deberán presentar documentación que acredite su trayectoria y un proyecto de actividad. El ayuntamiento pretende acabar con la laxa gestión de las concesiones de locales públicos y su poca transparencia. De hecho, según fuentes cercanas al ayuntamiento, «las concesiones iba y venían por doquier», hasta el punto que algunas asociaciones aparecen en direcciones equivocadas en los documentos de Patrimonio. Un ejemplo de ello es el Altar del Carme, que en inventario de bienes inmuebles públicos figura en la calle Alta número 51, dirección que ocupa actualmente la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Carme.

La Federación de Folklore de la Comunidad Valenciana, con sede en la plaza Dramaturgo Fausto Hernández número 4, es otro de los colectivos relacionados con la cultura popular que en mayo se someterá a la revisión municipal.