La «paz metropolitana» se adivina en el horizonte político. El President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, avanzó ayer que el Consell y la Diputació, cuyo presidente Jorge Rodríguez, se prestó a mediar en el conflicto, financiarán de manera provisional la llegada de la EMT a las poblaciones más importantes de l´Horta. La medida será excepcional y aplicable solo para 2016, ya que Valencia reclamará al Estado su inclusión en el contrato programa de 2017.

Ximo Puig recibe hoy al alcalde de Valencia, Joan Ribó, y sus homólogos del área metropolitana en el Palau de la Generalitat, en una reunión donde expondrá su solución transitoria para acabar con el conflicto político abierto por la prestación de servicios de la EMT. El problema era básicamente de financiación, ya que mientras el cap i casal exigía una contraprestación económica por el uso de sus autobuses, las localidades solicitantes pretendían o no pagar „como reclamaba Mislata„ o hacerlo con el menor coste posible „opción de Alboraia„. En total, se habla de una cifra que ronda el millón de euros para poner en marcha la flota de la EMT.

Puig ha tomado las riendas de la negociación entre Valencia y las poblaciones del área metropolitana para desatascar el acuerdo y desenquistar algunas de las posturas, ya que incluso las localidades «rebeldes» (Paterna, Mislata, Vinalesa, Moncada, Alboraia, Xirivella y Burjassot) amenazaron con tomar medidas «drásticas» y colapsar el cap i casal con una movilización.

En un acto con escolares celebrado ayer, Ximo Puig argumentó que es cierto que Valencia «no tiene ninguna obligación de pagar el transporte urbano de otras ciudades» y que la EMT es un servicio que no conviene duplicar y que hay que intentar «conectar adecuadamente», defendió el President de la Generalitat, en una clara muestra de apoyo a la posición que sostenía el consistorio de Joan Ribó.

A por el contrato programa

El jefe del Consell reconoció que también la Generalitat también «tiene una responsabilidad», según declaraciones que recogió Europa Press. Así, ante la pregunta de si el Consell aportará dinero para cubrir el servicio de la EMT entre las localidades del área metropolitana de Valencia, Puig dijo: «Bueno, veremos, también está la Diputación, que esta en buena disposición. Entre todos tenemos que asumir la responsabilidad de mejorar todo el transporte urbano y público en la Comunitat Valenciana».

Además de esta solución «a corto plazo», como definió Ximo Puig, el President de la Generalitat anunció una estrategia «a medio plazo», ya que exigirá al Gobierno central que en 2017 Valencia reciba fondos para el transporte público metropolitano como les llegan a otras grandes ciudades.

Su objetivo es que el año que viene «por fin tengamos esos recursos que son recursos justos». Para Puig, la movilidad en el área metropolitana es «fundamental» y «una competencia de la Generalitat que, en momentos determinados, por falta de apoyo del Gobierno del Estado ha estado mediatizada».

Así, abogó por hacer frente a «dos cuestiones fundamentales». La primera, «a corto plazo», para que aquellas ciudades más relacionadas con Valencia puedan tener la «movilidad oportuna» y que permita a los ciudadanos el acceso a su trabajo y a su vida cotidiana. En segundo lugar, «a medio plazo», reclamó que Valencia sea tratada con «equidad» respecto a otras autonomías por parte del gobierno, «que es lo que no está pasando en estos momentos», lamentó. A su entender, «no es razonable que la Comunitat Valenciana no sea receptora de fondos para el transporte público metropolitano como lo son otras ciudades» por lo que exigirá este dinero en los presupuestos de 2017.

Además, criticó que la gestión del anterior gobierno del PP como «años de dejación absoluta» en lo que se refiere al transporte público. «Para mí lo más sangrante es que no hay ningún Plan Director de Movilidad, no hay ningún tipo de planificación», una tarea en la que está trabajando ya la actual Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio Infraestructuras, dijo.