La concejala del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia Beatriz Simón y el segundo teniente de alcalde y vicepresidente de InNDEA, Jordi Peris, cruzaron ayer acusaciones a cuenta de la transparencia en dicha fundación, impulsada en la época de Simón. Para la concejala, investigada en el marco de la Operación Taula —según se encargó de recordar ayer Peris—, Inndea funciona con «opacidad» y «su gerente sólo atiende a las directrices políticas de Peris». Simón acudió ayer por la mañana para comprobar la documentación relacionada con una serie de facturas requerida el 22 de febrero que el gerente, Rafael Monterde, no le dejó fotocopiar. Simó reclamó al alcalde, Joan Ribó, a «que deje de mirar a otro lado y tome medidas para que InnDEA deje de ser el reino de taifas privado del señor Peris».

Peris por su parte acusó a Simón de mentir y recordó que la normativa de protección de datos aprobada por el PP impide llevarse documentación de las fundaciones. Para Peris, «Simón es la menos indicada para dar lecciones de transparencia».