La Sociedad Plan Cabanyal sacará a subasta la semana próxima parte del patrimonio inmobiliario adquirido para desarrollar el plan urbanístico de la prolongación de Blasco Ibáñez, ahora derogado. En concreto, la sociedad subastará unas 15 propiedades, la mayoría casas, pero también dos fincas enteras, bajos y solares, la mayoría ubicados en el entorno de la prolongación de Blasco Ibáñez y todos sin uso. Los inmuebles no están incluidos en ninguna unidad de ejecución del plan de reforma del Cabanyal, en proceso de derogación, lo que permite su enajenación. El anterior equipo de gobierno adquirió alrededor de 500 viviendas (casi la mitad de las que estaba previsto derribar para conectar Blasco Ibáñez con el mar). Se trata de un patrimonio, en muchos casos en estado ruinoso, al que ahora el nuevo gobierno tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) quiere dar salida dentro de la nueva política de regeneración y revitalización del barrio marinero.

Se calcula que la rehabilitación de las viviendas municipales existentes en el barrio, en cuya adquisicion se calcula que se gastaron 35 millones de euros de las arcas municipales, tardaría más de dos décadas. El ayuntamiento quiere dar entrada a la iniciativa privada para agilizar los tiempos y empezar a dar respuesta a los vecinos. Así las cosas, ha sacado a subasta una parte de su patrimonio, que se subastará por un precio de salida inferior al de mercado para animar a los interesados.

Precio de salida de 30.000 euros

Plan Cabanyal quiere dar prioridad a la hora de realizar la subasta a las primeras viviendas y, en el caso de los bajos, a losusos profesionales. La idea es dinamizar el barrio y evitar el denominado proceso de gentrificación del barrio, esto es, que la llegada de nuevos vecinos acabe expulsando a la población de toda la vida. El precio de mercado del metro cuadrado en el Cabanyal se sitúa en estos momentos entre 500 y 800 euros el metro cuadrado, por lo que una vivienda de 90 metros cuadrados podría salir por alrededor de 30.000 euros.

Otras de las opciones que baraja el ayuntamiento para soltrar lastre con el patrimonio inmueble acumulado en el Cabanyal es ofrecer las viviendas a cooperativistas para que las rehabiliten.

La falta de financiación es el principal problema a la hora de rehabilitar el Cabanyal, muy degradado tras 16 años de abandono y confrontación con los vecinos contrarios a la prolongación de Blasco Ibáñez y los derribos. El ayuntamiento opta a varias líneas de ayudas para rehabilitar, mediante iniciativa pública y también privada, el barrio. Una de ellas es la del denominado plan Confianza que tenía previsto invertir 11 millones de euros en el bulevar San Pedro del Cabanyal. Esta infraestructura ha sido descartada por el nuevo gobierno tripartito que ha solicitado a la Generalitat la posibilidad de destinarla a otras obras.

El Consell aprobó ayer, en esta línea, un decreto para reformular las inversiones previstas en el plan Confianza que permitiría que el ayuntamiento de Valencia, entre otros, no pierda esta línea de financiación para el Cabanyal.