Pilar y su familia ponen punto y final a la lucha por sacar a su padre de una fosa común del cementerio de Valencia. Durante mucho tiempo tuvo que decir que su padre había muerto, no que se lo habían llevado para interrogarle sobre su hijo guerrillero y que nunca más volvieron a verlo. Cuando se aprobó la Ley de la Memoria Histórica pensó que había llegado el momento de que se hiciera justicia.Sin embargo, como repite entre lágrimas, se ha sentido muchas veces «impotente», ante los numerosos bloqueos del Ayuntamiento de Valencia.
¿Qué sentimiento le quedan tras tantos años de lucha?
Una sensación de paz. Esta noche he dormido. Hace muchísimo tiempo que me despertaba por la noche o no me dormía hasta las dos o las tres de la madrugada.Mi cabeza iba y venía...por lo menos ahora tengo una tranquilidad. Ya no hay vuelta atrás. Ahora yo entro en la habitación en la que tengo los restos de mi padre y no me puedo creer que después de tanta lucha por fin podamos tenerlo aquí.
Remontémonos décadas atrás... ¿cómo se trataba la muerte de su padre en la familia antes de que surgiera la posibilidad de buscar sus restos?
Era mejor no nombrarlo, porque me dolía...Hace 69 años que se lo llevaron un 16 de abril. Y el mismo día que se lo llevaron vamos a poder enterrarlo con mi madre como debía haber estado desde siempre. Era una cosa que no se hablaba mucho. Además, la sociedad que vivimos durante 40 años no te permitía hablar porque no sabías con quién hablabas. Decía que mi padre había muerto, pero no decía que lo habían matado. No se comentaba mucho, solo de vez en cuando.
Por el camino han fallecido dos hermanas que no han podido ver este final.
Ellas no han podido ver que por fin lo hemos conseguido. Es en parte un homenaje a ellos y a mi madre que hubiese estado encantada de verlo. Ella hasta el último día tenía pesadillas, la oías hablar y gritar que se lo habían llevado. Ella cuando se lo llevaron «para hacerle unas preguntas» se asomaba a las eras a ver si lo veía venir y se quedó ella sola con cinco hijos. Venía la Guardia Civil con esas capas y con caballos que te impresionaban a casa, a las tres o las cuatro de la mañana y la escudriñaban, pensando que teníamos a mi hermano escondido. O no podías tender ropa porque decían que eso era para hacerle señales para que no viniese porque estaban allí...
Su hermano, el guerrillero, que tiene ahora 95 años, ¿cómo vive todo esto?
Lo toma con alegría. Él había perdido la esperanza, pensaba que no íbamos a conseguir nada. Él se llegó a sentir culpable, además por defender unas ideas, no por robar ni matar a nadie.
Hablando de su lucha, aquellos 45.000 euros que les obligaba a pagar el ayuntamiento para realizar la exhumación fueron un golpe muy duro para ustedes.
Me vi impotente... pensaba por las noches que nos íbamos a ver en la calle, porque con el gobierno no se juega...c on lo que nos ha costado, que hemos tenido que trabajar el extranjero... Eso fue un golpe durísimo.
¿Qué le diría a aquellas familias que también tienen a un familiar en esta situación?
Que vale la pena luchar. Que la memoria histórica existe. Que la de una parte de España, la derecha se ha hecho pero la de izquierdas queda por hacer. Eso que dicen que es abrir heridas... no. Es que nunca se cerraron y hay que cerrarlas. Son cosas que nunca se olvidan pero por lo menos hay que darles un entierro digno. Si nosotros nos hubiésemos rendido a la primera no lo habríamos conseguido esto.
Cuando cambió el gobierno municipal...¿todavía dudaban de que pudieran conseguirlo?
Cuando cambió el gobierno respiramos. Pilar Soriano, que ahora es concejala de Cementerios, y todos los partidos en 2014 nos respaldaron en el homenaje a mi padre y pensaba que nos iban a seguir apoyando. Se hizo todo muy rápido... No me lo acababa de creer...No creo en Dios, pero para nosotros ha sido un milagro. Con la Ley de la Memoria Histórica es el gobierno quien debe de facilitar no hacerle pagar a las víctimas.
Tras todo lo que han vivido ¿piensan que la sociedad es consciente de la necesidad de reparación?
Pienso que todavía es un tema tabú. Y le voy a dar un ejemplo. En mi pueblo dijo uno que a los muertos «había que dejarlos en paz». Yo le dije: «cómo se ve que tú tienes a tu padre y a tu madre enterrado como Dios manda, sino no dirías eso». Hay mucha gente que sí, pero el 80% no es consciente del sufrimiento de las familias que tienen a sus seres queridos tirados en la cuneta o que no los pueden recuperar.
¿A quién le gustaría agradecer su apoyo?
A Pedro Peinado de Gavilla Verde, a Matías Alonso (Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica) que ha estado incansable, tenaz. Al diputado socialista Jose Luis Ábalos y al juez Garzón y su equipo. Al Ayuntamiento de Valencia y Burjassot y su alcalde, Rafa García. Al PSOE de Paterna, al equipo de arqueólogos y a mucha gente anónima que cuando la hemos necesitado ha estado ahí solidariamente. No sé si me olvidaré de alguien más...
¿Qué le gustaría decirle a su padre?
Te he podido recuperar pero nada más . Cuando toco la caja en la que lo tengo no me lo creo y me digo «no me puedo creer que te tengo aquí dentro, que no te he podido disfrutar en vida». Aunque nunca lo hemos tenido nunca lo hemos olvidado, lo hemos querido y lo seguiremos queriendo. Ha sido muy duro.
