El Ayuntamiento de Valencia insistió ayer en que la ordenanza fiscal que sube el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los establecimientos comerciales de más de 250.000 euros de valor catastral es «impecable» desde el punto de vista jurídico y duda de que los posibles recursos de los afectados tengan éxito. A pesar de ello, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, se presta a negociar para el año que viene la subida del listón catastral a 300.000 euros o que se introduzca algún beneficio para los teatros, muy castigados ya por el 21 % de IVA cultural.

A día de hoy la situación es que el IBI ha subido alrededor de un 40% para los grandes establecimientos comerciales, unos 5.000 en total, y que los afectados, de manera particular o colectiva, amenazan con recurrir la medida. El Corte Inglés, por ejemplo, ya ha puesto en marcha su recurso ante el Jurado Tributario por una subida de 1 millón de euros.

Todo parece indicar, sin embargo, que el ayuntamiento seguirá firme. Ramón Vilar explicó ayer que la ordenanza fiscal es «impecable» desde el punto de vista jurídico, por lo que duda que los recursos prosperen. Es más, cree que es una cuestión de justicia social, ya que «para congelar los impuestos al 90% de los ciudadanos hay que subirlos al restante 10%, que son los que más tienen si se tiene en cuenta el catastro, único referente en este asunto».

En última instancia, recuerda que esta medida sirve para poner a Valencia al mismo nivel de las grandes ciudades españolas, algo que ha sido entendido y admitido por las dos principales cadenas de alimentación de la Comunitat Valenciana, precisó.

«Hay algunas grandes superficies que se comportan como un "lobby" y no se dan cuenta de que ahora la política fiscal la marca el pleno municipal», dijo Vilar, quien recordó también que en Valencia «las grandes superficies pagan lo mismo que una vivienda particular».

Negociación abierta

A pesar de ello, el ayuntamiento está dispuesto a negociar y para ello ha concertado reuniones la próxima semana con diversos colectivos de empresarios y comerciantes. Vilar cree que de cara al año que viene es posible revisar el listón de los 250.000 euros de valor catastral y subirlo a 300.000, lo que dejaría fuera de esta medida a muchos establecimientos que están en el límite. Y ayer mismo se comprometió también con los empresarios de teatros a celebrar un encuentro para revisar el IBI de este sector. «Nos han dicho que ya están bastante castigados por el IVA cultural y dicen que esto les hace mucho daño», así que nos vamos a reunir también con ellos para hablar del asunto», dijo Vilar.

En última instancia, el concejal quiso tranquilizar a los hosteleros de la ciudad, ya que esta subida del IBI «no les afecta a ellos». Ayer se lo dijo a la Federación de Empresarios de Hostelería para que lo comuniquen a sus socios.