La concejalía de Movilidad Sostenible insiste en que su plan global de pacificación del tráfico en el centro histórico y la recuperación de espacios públicos para la ciudadanía «se está adoptando por fases tras un largo periodo de estudio». La peatonalización de la Plaça del Mercat fue el primer paso y ha supuesto, según estimaciones del servicio, «una reducción del 25 por ciento del tráfico de vehículos». El próximo 3 de mayo se inaugura una operación todavía más compleja, la de la peatonalización del entorno de la calle Serranos, donde se restringirá el tránsito de vehículos solo para residentes, comerciantes y acceso a aparcamientos, mientras que la carga y descarga se limitará de 7 a 11 horas. En esta zona se ensayará el modelo que se irá extendiendo al resto de Ciutat Vella, es decir la creación de bucles para la circulación de los vehículos, de tal modo que solo a los autorizados les valdrá la pena tomar estos itinerarios „para el resto será una perdida de tiempo„, y la instalación de, como mucho, una decena de cámaras para controlar el acceso.

El modelo mixto de creación de bucles y la instalación de cámaras tiene como finalidad «la mínima inversión necesaria y el mínimo mantenimiento posible para reducir el tráfico y dejar solo el residencial», según explicó el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi. El regidor de Compromís estuvo ayer de visita en Madrid para conocer el sistema que emplean en la capital del Estado. «Ellos han heredado un sistema de cámaras que puso en marcha Ana Botella. Está muy bien, pero es complejo y caro de mantener. Los actuales gestores nos han alertado de no caer en el mismo error y buscar soluciones mixtas, más económicas», señala. «En Madrid hay 67 cámaras repartidas en 4 zonas cuyo mantenimiento cuesta 90.000 euros al mes, y eso es inasumible en Valencia. Allí lo realizan las mismas contratas de regulación del estacionamiento, pero aquí tenemos que definir todavía si podemos asumirlo con los recursos propios», explica Grezzi.

El concejal de Movilidad Sostenible de Valencia está convencido de que el uso de bucles para el tráfico y la instalación del mínimo número de cámaras posible será suficiente para regular el tránsito y pacificar Ciutat Vella. Pero no se atreve a enumerar cuántos recursos empleará. «Lo estamos evaluando, hay que estudiarlo muy bien, pero creo que no harán falta muchas cámaras». Una investigación reciente de dos ingenieros de la Universitat Politécnica concluyó que con tan solo seis cámaras se podría conseguir el objetivo de controlar el tránsito en Ciutat Vella. Según el número de accesos que tiene el distrito, como mucho serían necesarias una decena.

150.000 euros de presupuesto

Grezzi cuenta con un presupuesto limitado de 150.000 euros para regular el tránsito en el barrio del Carmen, ya que fueron los propios vecinos los que aprobaron mediante la votación de los presupuestos participativos el cierre del tráfico. Calles como Corona, Carrer de Dalt o Na Jordana quedarán en el futuro restringidos para uso residencial. La licitación de la regulación por sistema de cámaras se ha de hacer en el presente ejercicio, por lo que en unos meses el proceso debe estar completado.

50 casos distintos para autorizar

En cuanto a los autorizados, para la zona de la calle Serranos, se dará de plazo hasta el 30 de junio para obtener el permiso necesario. En Madrid, según explicó Grezzi, el servicio que regula el acceso contempla hasta 50 criterios distintos para dar estas autorizaciones, lo que habla de la complejidad del sistema.