El barrio de Orriols convertirá el sábado uno de sus principales espacios reivindicativos, el solar de la Ermita de San Jerónimo, en lo que llevan años reclamando: una plaza en toda regla. Aunque sea de forma efímera, pero será el primer paso antes de que sea una realidad. Se trata de un proyecto singular: la construcción, a través de estudiantes de la Universitat Politècnica con la coordinación de Contexto Arquitectura y Carpe Vía, de una simulación de cómo será la futura plaza.

De acuerdo con los talleres realizados en las semanas anteriores, los vecinos de Orriols han dejado claro que no quieren un parque al uso, sino lo más parecido a una «plaza de pueblo» (el entorno mantiene en parte esa esencia, aunque tenga algunas vías rápidas a poca distancia), con zona de juegos, espacio para actividades culturales y hasta las zonas arboladas para sentarse, hablar o merendar. El proyecto participativo, promovido por las concejalías de Participación Ciudadana (Jordi Peris) y Medio Ambiente (Pilar Soriano) será el paso previo antes de la licitación y construcción real de la plaza.