Los concejales de Hacienda y Comercio, Ramón Vilar y Carlos Galiana respectivamente, se comprometieron ayer con la Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano (Cecoval) a estudiar sus quejas respecto a la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que se aproxima al 40% en los establecimientos comerciales con un valor catastral superior a los 250.000 euros.

Precisamente, uno de los posibles cambios está en ese listón a partir del cual se incrementa el recibo, listón que según Vilar podría elevarse a los 300.000 euros. «Esto no significa ni que acepte ni que rechace la propuesta, sólo digo que la vamos a estudiar», precisó Vilar tras la reunión.

Es más, Carlos Galiana recordó que la subida del IBI sólo afecta al 4% de los establecimientos comerciales. Los comerciantes, sin embargo, sigue muy contrariados por esta medida, contemplada en las ordenanzas fiscales de 2016 y materializada en los recibos que se han pasado al cobro en el mes de abril.

Para la presidenta de Cecoval, Isabel Cosme, supone «un agravio para el sector» y «entorpece el camino de la recuperación económica y la creación de empleo», pues «afecta a pequeñas y medianas empresas que conforman el tejido productivo» de la ciudad, por lo que instan al consistorio a reconsiderar este incremento.

La confederación, que representa al 95% de los comerciantes de Valencia, espera que el ayuntamiento sea «comprensivo y apueste por el diálogo» con el sector para alcanzar un acuerdo respecto a esta medida.

Desde la patronal del comercio confían en la «voluntad política» del gobierno municipal, que, admiten, «siempre ha velado y apostado por el impulso del pequeño y mediano comercio».