El gran día de la Mare de Déu ha arrancado con público, autoridades y religiosos con un ojo puesto en el cielo gris. Los paraguas, a falta de toldo desplegable, han sido los protagonistas de la Missa de Descoberta celebrada por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. De hecho, el agua ha dejado la mitad del acto sin música en directo ya que los intérpretes han tenido que abandonar el escenario protegiendo los instrumentos.

Miles de vecinos de la ciudad y los municipios cercanos han ocupado la plaza desde primera hora. En la misa, en la que se ha pedido a la Virgen por los más desfavorecidos, también se ha apelado a las autoridades políticas para que en los tiempos de crisis se haga uso de la "cultura del diálogo".

Entre las personalidades políticas ha destacado la presencia del ministro en funciones de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y también la ya prevista ausencia del alcalde de Valencia, Joan Ribó. Síhan estado presentes otros miembros como el primer teniente de alcalde Joan Calabuig y varios miembros del gobierno municipal.