El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pidió ayer en la Missa d'Infants la ayuda de la Virgen de los Desamparados «en esta hora difícil» para Valencia y España para alcanzar una «verdadera libertad, sin imposiciones ni sectarismos .

Cañizares, que utilizó durante la misa tanto el valenciano como el castellano, alentó a los fieles a «testimoniar con valentía el Evangelio ante el mundo de hoy, llevando la esperanza a los pobres, a los que sufren, a los abandonados, a los afligidos, a los despreciados, a los refugiados, a los perseguidos por la fe o por la causa de la justicia, a los desterrados, a los desesperados, a quienes tienen sed de libertad, de verdad y de paz, a los jóvenes».

El arzobispo imploró a la Virgen que sea «especial protectora de Valencia y de España, de los que llevan la cosa pública y de todos los ciudadanos» para que «alcancen la unidad, la concordia, la verdadera libertad sin imposiciones, totalitarismos o sectarismos de ningún tipo». Durante la misa se pidió por las víctimas de la violencia machista, los refugiados o los ancianos que viven solos.

Además, se instó a los políticos a practicar «la cultura del diálogo». Durante el acto religioso la corte infantil, con su fallera mayor Sofia Soler a la cabeza, realizó la ofrende floral a la patrona al final del acto.

Con el cardenal Cañizares concelebraron, además de su obispo auxiliar, Esteban Escudero, los obispos de Segorbe-Castelló y Orihuela-Alicante, el obispo de Málaga, el titular de Ibiza, además de los arzobispos eméritos de Burgos y de Zaragoza, el obispo emérito de Mérida-Badajoz y el obispo emérito de Lleida.