La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, anunciaron ayer tras una breve reunión en el ayuntamiento que el nuevo convenio para la gestión del aparcamiento de la plaza de Brujas está ya redactado y se aprobará, previsiblemente, el viernes por la Junta de Gobierno y el pleno del Consell. El borrador estaba desde enero pasado en espera del visto bueno de la Intervención de la Generalitat que ha puesto varios reparos al acuerdo relacionados con el cobro aplazado de la obra del aparcamiento. Una deuda de 11,3 millones de euros, que el nuevo ayuntamiento gobernado por Compromís, PSPV y Valencia en Comú se ha avenido a asumir „algo a lo que se negaba el anterior gobierno de Rita Barberá„ en aras de desbloquear una infraestructura básica para los vendedores del Mercado Central que ademas permitirá acometer la reurbanización de la plaza y dignificar uno de los entornos más monumentales de la ciudad sino también como pieza clave para los vendedores del Mercado central.

El nuevo convenio obliga al ayuntamiento a pagar a la Generalitat el coste de la obra en diez anualidades de 1,1 millones, cuyo primer vencimiento ya está presupuestado en las cuentas municipales de 2016. El acuerdo obliga a la Generalitat a entregar el aparcamiento al ayuntamiento en dos meses a partir de la firma del convenio interadministrativo.

Mientras llega la firma definitiva del convenio, el ayuntamiento irá avanzando en la redacción de los pliegos de condiciones que regirán la nueva licitación donde se rebajarán casi en una cuarta parte las cargas para el concesionario. La primera licitación del aparcamiento quedó desierta en septiembre de 2013 por las elevadas cargas (casi 20 millones de euros) que imponía para el adjudicatario, que debía pagar 11 millones por la obra a la Generalitat, otros seis millones más para concluir el aparcamiento y 1,2 para urbanizar la plaza. En el nuevo convenio el adjudicatario tendrá que asumir la finalización de la obra del aparcamiento, al que le falta la conexión con el mercado y una rampa de acceso. El ayuntamiento, por su parte, asume la urbanizacion de la plaza, según el proyecto que redacte la Conselleria de Obras Públicas.

Encallado casi diez años

Parecen tocar a su fin las idas y venidas del aparcamiento acompañadas, desde que en 2013 se dio por finalizada la obra, por sonados desencuentros entre la ex alcaldesa y la ex consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig. El alcalde y la consellera recordaron ayer la herencia que les dejó el anterior gobierno del PP con el aparcamiento, construido a petición de la ex alcadesa, Rita Barberá, aprovechando las obras de la estación de la T-2, paralizada sine die.

Ribó subrayó que el acuerdo de ayer es «un paso definitivo para resolver este tema, que llevaba encallado casi diez años», el tiempo transcurrido desde la adjudicación de las obras. Ribó no quiso concretar plazos de ejecución porque «dependerá de cuántas empresas se presenten al concurso». El ayuntamiento, dijo Ribó «hace un gran esfuerzo para desatascar la situación».