El tinglado número 2, con vocación de espacio público de dinamización cultural y lúdica para uso de los vecinos de los barrios marítimos, y el proyecto del poblado náutico, para consolidar la zona donde actualmente se ofrecen servicios náuticos deportivos, empiezan a tomar forma en la Marina Real. El Consorcio Valencia 2007, que gestiona este espacio, ya trabaja en los pliegos de condiciones para sendos concursos de ambas iniciativas, que podrían estar licitadas en unos cuatro meses, después del verano, como confirmó ayer el director gerente de la entidad, Vicent Llorens.

El objetivo es que el conjunto del tinglado tenga un único gestor, que por un lado ofrezca una actividad permanente todo el día pero que deje libres entre 3.000 y 3.500 metros cuadrados para actividades de dinamización cultural y lúdica, con la «idea de que se reserven unos días para uso de los colectivos vecinales de estos barrios».

El proyecto del poblado náutico pretende sacar a licitación la construcción de un edificio, con gestión a largo plazo, para dar cabida a las empresas actuales que ofrecen servicios como alquiler de tabla de surf o motos acuáticas, con instalaciones comunes de duchas y aseos, restauración y venta de productos náuticos.

«En cuatro meses, después del verano estará en licitación», apuntó Llorens, quien explica que los precios serán un poco más elevados, porque las condiciones serán más óptimas, «pero les permitirán seguir ejerciendo su negocio».

El nuevo director gerente, experto en turismo y territorio y que asumió su cargo a finales del pasado marzo, mantiene que con las licitaciones previstas y los cánones que se cobrarán, además de los ingresos por el uso para conciertos -como el del 29 de julio próximo-, «el equilibrio de los costes de explotación se podrá asumir en dos años». Entre esos proyectos ya más adelantados también está el «banco de la Marina», un proyecto actualmente en estudio.