Los jueces de Primera Instancia de Valencia, especializados en asuntos de Familia, han reclamado la creación de un nuevo órgano judicial para agilizar la tramitación y resolución de separaciones, divorcios y custodias, ya que los cuatro juzgados de esta índole con los que en la actualidad cuenta Valencia "se han revelado insuficientes" para dar salida a los asuntos entrantes, en constante progresión en los últimos 10 años.

Desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) han informado en un comunicado que en este periodo se ha registrado un incremento del 26%, pasando de 6.082 demandas en 2010 a las 7.594 contabilizadas en 2015.

Los magistrados de Valencia fundamentan su petición en las "materias especialmente sensibles" que tratan y en las estadísticas del pasado año, según las cuales cada uno de los Juzgados de Familia recibió 1.900 asuntos, una carga de trabajo que duplica la recomendada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El decano de los jueces de Valencia, Pedro Viguer, ha explicado que "la entrada media en los cuatro Juzgado de Familia de Valencia es de 1.899 asuntos al año, cuando debería ser de 998 demandas. Esto supone un 190% de los módulos del CGPJ. Prácticamente --ha manifestado-- duplica la entrada adecuada para este tipo de juzgados especializados".

En este sentido, ha apuntado que "las cifras evidencian que es necesario incrementar la plantilla de jueces de Familia en la ciudad de Valencia", al tiempo que ha recordado que el último Juzgado especializado en esta materia se creó en 2008.

La Sala de Gobierno del TSJCV ha hecho suya la reclamación de los jueces de Familia y apoya la petición del quinto órgano especializado en separaciones, divorcios y custodias. Entretanto, ha abogado por mantener el refuerzo con el que ahora cuentan los cuatro magistrados de Familia, que están siendo ayudados por un Juez de Adscripción Territorial (JAT).

Su incorporación como refuerzo trasversal (apoyo a los cuatro juzgados) ha supuesto, según el decano, una "ostensible mejoría" en el funcionamiento de estos órganos judiciales, que han podido adelantar los señalamientos en dos meses.

Los jueces de Familia han destacado, igualmente, la mejoría en el funcionamiento del Gabinete Psicosocial dependiente de la Conselleria de Justicia, cuya lentitud en la emisión de los informes requeridos por los magistrados ralentizaba sobremanera la tramitación de los asuntos, según el comunicado.

El hecho de que ahora estos Juzgados puedan derivar los casos al Colegio de Psicólogos para la designación de los peritos ha permitido reducir de un año a ocho meses el tiempo medio que los jueces esperan por el citado informe psicosocial antes de dictar su resolución.

Según Viguer, "antes, a medida que pasaba el tiempo, la demora en la emisión de los informes se ampliaba mes tras mes; ahora, se va reduciendo poco a poco", ha subrayado.

Pese a esta mejora, los Juzgados de Familia consideran que el Gabinete Psicosocial tiene un problema de organización. Hay, subrayan, un déficit en gestión, dirección y supervisión que repercute negativamente en la eficacia del trabajo. Por tal motivo, desde el Decanato y el TSJCV han instado a la Conselleria a adoptar las medidas organizativas oportunas.