Recorrer los 15 kilómetros de carril-bici que une la Ciudad de las Artes con el Parque Natural del Saler atravesando Natzaret, la Punta y Pinedo requieren cierta pericia y buena forma física. El paseo no está exento de peligros, debido a la estrechez del carril-bici, que convive con el intenso tráfico asociado al entorno portuario. Aunque en muchos tramos el carril de las bicis está segregado, los ciclistas se ven obligados a invadir la calzada cuando coinciden demasiados usuarios. Los baches y el mal estado del pavimento es otra de las quejas de los ciclistas que hacen esta ruta, cuyo principal obstáculo es la pasalera peatonal que sobrevuela la antigua carretera «del riu» en la Punta. La mayoría de ciclistas tiene que bajarse de la bici y sortear a pie la fuerte pendiente de esta pasarela.

Al final el recorrido por el parque natural de la Devesa —no siempre bien señalizado— compensa el esfuerzo y la imagen de degradación que el ciclista se lleva al atravesar algunas zonas como la inhóspita ZAL del puerto.

El estado y las condiciones en que se encuentra el carril bici deñ Saler deja mucho que desear, tal como ha comprobado este diario y denuncian los usuarios. Ahora el puerto se compromete a dignificar este itinerario para bicicletas como concesión a la ciudad dentro de la negociación para desbloquear el nuevo plan especial de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Valencia. El plan especial original de la zona logística de casi 77 hectáreas construida sobre la huerta de la Punta fue anulado por una sentencia judicial. El alcalde, Joan Ribó, llegó a pedir la reversión parcial de la ZAL, algo que no contempla el nuevo plan de la huerta.