En cuanto a las infracciones, dan un salto de gigante respecto a la normativa actual con la que cuenta el cap i casal. Una de las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos, la recogida y retirada de excrementos, se tipificará como sanción leve en el caso de que no se cumpla. La norma madrileña establece un rango entre 30 y 300 euros para esta sanción, aunque la actual ordenanza de limpieza urbana de Valencia ya lo contemplaba con importes que iban de 150 a 300 euros,

En la última campaña de control realizada por el Ayuntamiento de Valencia, desarrollada por la Policía Local del 1 al 14 de febrero pasados, se controlaron 1.048 animales y se interpusieron solo once denuncias.

Como sanciones leves también se contemplarán casos como tener más de cinco animales en un domicilio, confinar mascotas en terrazas, llevar canes sin correa o no tenerlos correctamente identificados.

Sin embargo, la normal madrileña se pone dura cuando se es reiterativo con los incumplimientos anteriores; cuando no se le da cobijo adecuado al animal; cuando no se les vacuna; la instalación de palomares; cuando los canes suponen un peligro en la vía pública; abandono de mascotas muertas; o su venta ambulante. Estas conductas se tipifican como graves y las multas van de 301 a 2.400 euros.

Serán infracciones muy graves la reiteración de tres graves; el abandono de animales; no cumplir con prescripciones de carácter sanitario; no declarar la existencia de una mascota con enfermedad contagiosa; o no adoptar medidas para controlar canes peligrosos. Las sanciones podrán llegar hasta los 15.000 euros en estos supuestos.