La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) denunció ayer que las nuevas señales de tráfico instaladas en el entorno del Mercado Central de Valencia incumplen la legislación, puesto que solo están escritas en valenciano y no en castellano. El sindicato explicaba ayer que el Real Decreto 6/2015 de 30 de octubre de la Ley de Tráfico especifica que «las indicaciones escritas de las señales se expresarán, al menos, en la lengua española oficial del Estado», en referencia al castellano, y hacen especial hincapié en que el consistorio únicamente las ha rotulado en valenciano. De ahí que el CSIF haya solicitado una mesa técnica urgente para «ajustar a derecho esas señales» ubicadas en la calle María Cristina y que restringen el acceso a vehículos.

El sindicato va más allá al advertir que los rótulos actuales de las citadas señales «comportarían una causa de nulidad del procedimiento sancionador, al estar expresadas únicamente en valenciano y haber suprimido el castellano». «Un mal funcionamiento de la Administración podría acarrear tanto sanciones como medidas contra ciudadanos o funcionarios», razonan. De ahí que haya pedido al equipo de gobierno del tripartito que se den «las oportunas instrucciones para salvaguardar cualquier acto contrario a los funcionarios del Ayuntamiento».

El sindicato pasa del tema lingüístico a criticar abiertamente a la concejalía de Movilidad y «las prisas que ha tenido la concejalía de Movilidad en implantar los nuevos diseños de circulación». Una precipitación que, a juicio del sindicato, ha derivado en «un error de tal calibre que deja clara muestra de una improvisación que acaban pagando los ciudadanos y los propios funcionarios». CSIF lamentaba ayer la concatenación de lo que define como «fallos» en la concejalía de Giuseppe Grezzi, con ejemplos como el del rótulo de las señales. «La retirada del estacionamiento de motocicletas frente al teatro principal „ achacada a un error de un funcionario„ o la suspensión de la prohibición de estacionamientos de motocicletas en acera en la zona de Cánovas», manifestaba el CSIF.

Fuentes del consistorio apuntaban ayer que se trata de una polémica estéril. «Parece mentira que a la mínima ocasión en que se pone en valor la lengua propia de los valencianos, algunos pongan el grito en el cielo, cuando no lo hicieron durante décadas de monolingüismo únicamente en castellano». «Apostar por la recuperación del valenciano implica hacerlo útil a la ciudadanía», incidían. Alcanzado ese punto, recordaban que el reglamento de uso del valenciano «fue aprobado por unanimidad en el pleno del ayuntamiento y publicado en el BOP en 2005, sin que nadie lo recurriese y el ayuntamiento debe respetarlo, así como la Llei d´Ús i Ensenyament en aras de proteger especialmente la lengua propia tal y como marca el Estatut».