El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia de Joan Ribó llevará al próximo pleno municipal una moción para recoger el apoyo de todos los grupos y exigir, al nuevo Gobierno de España que salga de las urnas, que vuelva a incluir, en la planificación energética hasta 2022, la subestación del nuevo cauce, la que en teoría debería reemplazar a la del barrio de Patraix.

Así lo anunció ayer el concejal Vicent Sarriá en respuesta al concejal del PP, Alfonso Novo, que ha criticado la pasividad del nuevo gobierno local en relación al cierre definitivo de la subestación que registró una aparatosa explosión en 2007. La subestación, ubicada en la calle Gaspar Aguilar, a pocos metros de las viviendas y en medio de un barrio totalmente consolidado siguen preocupando a los vecinos años después de que la explosión disparase todas las alertas. La subestación sigue funcionando amparándose en una sentencia que declaró nula la orden de cierre dada en su día por el ayuntamiento, que entonces se puso de lado de los vecinos para reclamar al gobierno el traslado de la subestación. Sarrià aseguró ayer que el gobierno local «va a hacer todo lo posible para hacer cumplir el acuerdo plenario que decidió reubicar esa subestación eléctrica junto a la V-30.