El Ayuntamiento de Valencia «cerró» ayer el plazo de presentación de alegaciones al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con un total de 153 reclamaciones, una cantidad «insignificante» para el volumen de recibos que se han pasado al cobro (673.700) e incluso para los 5.277 que han subido este año. «El balance es positivo», resumió el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, que aseguró que aceptarán cualquier reclamación que se presente fuera de plazo y que está dispuesto a negociar con comerciantes y empresarios sobre el valor catastral a partir del cual se han aplicado las subidas.

Según explicó Vilar, con el nuevo IBI Valencia se ha puesto al nivel de las otras capitales españolas; se ha podido mantener congelado el IBI del grueso de la población y además no se ha penalizado sustancialmente al pequeño comercio, que era lo más preocupante de esta medida.

Según dijo, 153 reclamaciones apenas representan el 2,8% de los más de cinco mil recibos a los que se les ha subido el recibo, lo que significa que «la gran mayoría» está de acuerdo con la medida. Es más, asegura que las principales alegaciones vienen de grandes almacenes que han puesto una alegación por cada tienda, de familias que tienen muchas propiedades o de galerías comerciales que pagan sumas importantes.

De todas formas, el concejal de Hacienda quiere ser «flexible» con este asunto, primero aceptando reclamaciones que puedan llegar en los próximos días aunque estén fuera de plazo, y negociando con los colectivos de comerciantes y empresarios que puedan tener propuestas alternativas. En este sentido, recordó que el ayuntamiento ya se había mostrado dispuesto a incrementar de 250.000 a 300.000 el límite del valor catastral de los edificios a partir del cual se ha aplicado la subida del IBI.

De ahí que se mostrara sorprendido de la última idea que le han hecho llegar los representantes de la Confederación Empresarial Valenciana, que ahora piden elevar ese listón hasta los 500.000 euros.

Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Popular, Eusebio Monzó, afirmaba ayer que la decisión de subir los impuestos «ha sido totalmente negativa y perjudicial para la actividad económica de nuestra ciudad». «Ha sido un grave error del tripartito y ahora estamos viendo las consecuencias.», manifestaba Monz, recordando que el PP defiende todo lo contrario.