El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Vivienda, Mª José Salvador, escenificaron ayer junto al alcalde de Valencia, Joan Ribó, la entrega a la ciudad del inacabado aparcamiento subterráneo de la plaza Ciudad de Brujas, posiblemente el más caro construido hasta ahora en la ciudad y por el cual el ayuntamiento pagará 11,4 millones de euros a la Generalitat. El aparcamiento de Brujas, cuyas obras arrancaron en 2007 es, junto con el de la plaza de la Reina, una infraestructura clave en la política de peatonalización del centro histórico de Valencia, una de las medidas estrella del gobierno tripartito de Joan Ribó.

El alcalde y la consellera firmaron ayer en el Palau de la Generalitat el nuevo convenio que desbloquea la puesta en servicio de esta infraestructura, ahora de titularidad y gestión municipal. A falta de que se formalice ante notario la entrega del aparcamiento, el ayuntamiento ya está tramitando el pliego de condiciones para volver a sacar a licitación el aparcamiento de casi 500 plazas.

En 2013, hubo una primera licitación que quedó desierta por las elevadas cargas que incluía para el concesionario, entre ellas, los 11,4 millones de la obra que el ayuntamiento intentó entonces repercutir sobre el concesionario . Ahora el ayuntamiento asume el coste „como ya estipulaba el convenio de 2013„ y se compromete a devolver en un plazo de diez años a la Generalitat el coste de la obra, incluido el IVA del 1%. El aparcamiento de Brujas se ejecutó a petición de la anterior alcaldesa, Rita Barberá, aprovechando las obras de la estación de metro del Mercat y la linea 2, también inacabada.

Una vez en manos municipales, el ayuntamiento, según anunció ayer el alcalde, va a realizar un nuevo estudio de viabilidad económica para concretar el coste de las obras pendientes del aparcamiento „fundamentalmente, la rampa de acceso y «vestir» el interior„ y concretar el porcentaje de plazas de rotación y de residentes que habrá. El estudio de viabilidad económica „que actualiza el que realizó hace unos años la Conselleria de Infraestructuras„ se someterá a exposición pública para dar voz a vecinos y comerciantes.

El ayuntamiento tendrá que conciliar en este proceso los intereses contrapuestos de los primeros, que demandan más plazas de residentes para el centro histórico, con los de los comerciantes, especialmente los del Mercado Central, que demandan las plazas de rotación para sus clientes y los de la propia concesionaria, cuyo negocio está igualmente en las plazas de rotación.

Además de devolver a la Generalitat el coste de la obra del aparcamiento, cuyo primer plazo de 1,1 millones se pagará este año, el ayuntamiento también asume el coste de la reurbanización de la plaza de Brujas. La Conselleria de Viviendas se ha comprometido a redactar el proyecto de la nueva plaza y, tal como informó este diario, convocará un concurso de ideas para buscar la mejor solución arquitectónica para el entorno monumental de esta céntrica plaza, que en la actualidad ofrece una imagen descuidada y caótica.

El aparcamiento de la plaza de Brujas es uno de las infraestructuras que más quebraderos de cabeza ha dado a vecinos, comerciantes y responsables políticos.El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reprochó al anterior gobierno del PP que haya dejado un «campo de minas» y de problemas sin resolver, entre ellos el aparcamiento de Brujas, pero también otros el barrio del Cabanyal. El presidente destacó que la Generalitat ha puesto «por encima de todo los intereses de los ciudadanos» y la eficacia en la gestión.

El alcalde de Valencia no quiso pillarse los dedos con las fechas de puesta en servicio del aparcamiento, si bien aseguró que se pedirá a las concesionarias que agilicen los plazos.

La firma del convenio del aparcamiento de Brujas fue calificada como un gran paso por parte del presidente de los vendedores del Mercado Central, Francisco Dasí, quien espera que en un año y medio los coches puedan empezar a usar el nuevo aparcamiento.