La decisión del Ayuntamiento de Valencia de poner únicamente en valenciano las nuevas señales de peatonalización del centro histórico ha vuelto a provocar un enfrentamiento con la Delegación del Gobierno, que representa al gobierno del PP. Su delegado, Juan Carlos Moragues, envió ayer un requerimiento al consistorio para que rotulen esas señales en castellano, ya que se está incumpliendo la Ley de Tráfico. El consistorio, por su parte, invoca el Reglament d´ús i normalització del Valencià y consultará a los servicios jurídicos antes de tomar una decisión, luego el conflicto está abierto.

Parecía que el acuerdo alcanzado recientemente para seguir adelante con las obras de rehabilitación del Temple, apretón de manos incluido, suponía una tregua en las relaciones de la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento, pero la colocación de señales únicamente en valenciano advirtiendo de las limitaciones de tráfico en el entorno del Mercado Central, hechos denunciado, por cierto, por el CSIF, han puesto fin a la «tregua».

Aprovechando su participación en Alicante en las II Jornadas de Seguridad Vial, Moragues informó de que ayer mismo había enviado un requerimiento al Ayuntamiento de Valencia para que deje de instalar señales de tráfico únicamente en valenciano, ya que de esa forma incumple el artículo 57 de la Ley de Tráfico, que establece que estas indicaciones deben estar en castellano o en castellano y valenciano.

El representante del Gobierno en la Comunitat recalcó que se debe aplicar la Ley de Tráfico y subrayó que en el caso del Ayuntamiento de Valencia han detectado un «incumplimiento».

El delegado asegura que en ningún caso están planteando un «conflicto lingüístico», ya que su departamento fomenta el uso del valenciano «como lengua cooficial», pero insistió en que «evidentemente» existe un incumplimiento de la ley. «Estamos atentos a que se cumpla la Ley, a que se cumplan las normas de tráfico, velando por la seguridad de las personas», resaltó Moragues, quien hizo hincapié en que el mensaje es que no quieren «sancionar» sino «evitar sufrimientos, tragedias, y víctimas mortales». «Si decimos que no se puede ir a más de 80 kilómetros por hora no es porque queramos fastidiar sino porque existen mas posibilidades de sufrir un accidente», añadió.

En el requerimiento se da un plazo de un mes a la administración para corregir la actuación que se considera contraria a la ley y advierte de que si se produce un incumplimiento presentarán un recurso contencioso administrativo «para que sean los tribunales los que decidan».

La respuesta oficial

En respuesta a Moragues, el concejal de Gobierno Interior de Valencia, Sergi Campillo, reprochó al delegado de Gobierno y al PP que cuando la sociedad avanza en superar conflictos lingüísticos, ellos se «empeñan en abrir nuevas batallas por la lengua, de una manera descaradamente electoralista».

Campillo ha recriminado a Moragues que se dedique a «perseguir si hay una, dos o tres señales en valenciano en la ciudad», en vez de «preocuparse por exigir al Gobierno central infraestructuras básicas para el bienestar y la economía de los valencianos, como es el reclamado túnel pasante de Serrería».

Y recordó, en última instancia, que lo que han hecho no es otra cosa que poner en marcha las medidas indicadas en el Reglamento de uso y normalización del valenciano, aprobado por unanimidad hace décadas en el consistorio, cuando gobernaba el PP, y publicado en el BOP en el año 2005.

Estas medidas, ha recordado Campillo, indican la voluntad de potenciar la lengua propia de los valencianos, también en la rotulación.

«De todas formas, y como no puede ser de otra manera tras recibir este requerimiento, por cierto, escrito exclusivamente en castellano, lo vamos a estudiar y pediremos un informe jurídico en el ayuntamiento», agregó el concejal, que nunca ha visto a Moragues «ni a nadie del PP preocupado por que el valenciano estuviera presente en las administraciones valencianas cuando ellos gobernaban».

El edil se preguntó si este mismo requerimiento que Moragues envía a los valencianos, también lo ha enviado „en el pasado y en la actualidad„ a todos aquellos municipios de predominio lingüístico valenciano, donde se rotula exclusivamente en castellano».