Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

L'ullal

Romper cadenas

Romper cadenas

A primeros de junio vuelve la Feria Alternativa de Valencia, para ella se trata de una cita obligada. Recuerda las primeras veces que su madre la llevó a ésta feria, tenía 5 o 6 años cuando le compró una pulsera hecha con pequeñas cuentas de colores, un cilindro de cartulina con cara de payaso pintada que daba vueltas de campana sobre una superficie inclinada y una muñeca que se escondía en un cucurucho de cartón al estirar un palito de madera. Todo estaba hecho por jóvenes artesanos, no eran productos caros y tenían su gracia. Años más tarde ha seguido yendo ya por su cuenta, no se la perdería por nada el mundo, sabe que allí se va a encontrar con todos sus amigos y conocidos. Este año el colectivo Caleidoscopio organiza la 29ª edición de la Feria Alternativa en el cauce del Túria, entre el puente de la exposición y el de las flores. Es su emplazamiento habitual desde hace ya 29 años, un emblemático espacio del viejo cauce del río en el que se organizan diversos eventos. Quienes forman parte del colectivo organizador conocen la cantidad de obstáculos que han tenido que superar para llegar hasta aquí. Cada año, el fantasma de la denegación del permiso para instalar la feria hacía su aparición, disfrazado en forma de nuevas trabas administrativas. Permisos para cumplir las ordenanzas y muchos justificantes que había que presentar al ayuntamiento, hasta que por fin, unas horas antes de empezar a montar, llegaba la esperada autorización.

La feria alternativa desde sus primeras ediciones se ha caracterizado por ser un encuentro de artesanos, con música en directo, alimentación ecológica y vegetariana y mucho pensamiento crítico en torno a un lema y sobre todo, en torno a otra manera de entender el mundo. Ni cobran entrada, ni reciben subvenciones. Si se tuviera que señalar un hilo conductor en todas las ediciones realizadas hasta hoy, la protección de la huerta sería el argumento central. De ahí, que la agricultura ecológica y la alimentación vegetariana siempre ocupen un lugar destacado en la programación. Para la actual edición se plantean romper las cadenas del sistema alimentario y defender un modelo basado en la soberanía alimentaria, el derecho de los pueblos a disponer de alimentos accesibles, producidos de manera sostenible y ecológica. Afortunadamente, al fin pueden constatar que otro mundo está siendo posible.

Entre las actividades programadas se podrá ver un documental con el título de «Dones, horta i memòria oral» que está dedicado a les espigoladores, duro trabajo el de esas mujeres que rebuscan entre los restos que han quedado abandonados en el campo después de realizar la cosecha. Escenas duras que pondrán una vez más de manifiesto el papel de la mujer en la agricultura, ni reconocido, ni tampoco valorado. También hablarán sobre la revolución Rojava, la de las escuadras feministas armadas, valientes mujeres de la ciudad kurda de Kobane.

Como cada año, el próximo fin de semana se encontrará con sus amigos sobre el césped del viejo cauce, vibrará con la batucada final, cuando todas las bandas de la ciudad se unen y retumban sus tambores y timbales debajo del puente. Degustará los deliciosos tallarines con leche de coco y curry como todos los años, y pasará una noche agradable con sus amigos. Hasta el año próximo en la que la feria alternativa celebrará su 30 aniversario.

Compartir el artículo

stats