El bote en el que se embarcaron juntos los tres socios del tripartito ha tenido que sortear algunos obstáculos „léase diferencias como el futuro de los CIE„, pero nada había enturbiado su, hasta ahora, cómoda travesía. Sin embargo el martes el portavoz socialista Joan Calabuig agitó con fuerza la embarcación y ha abierto una pequeña vía de agua que deberán de achicar con rapidez si no quieren que el problema sea serio. Calabuig pidió que se respeten los derechos de los mayores en el proceso de remodelación de líneas de la EMT y que la consulta ciudadana esté por debajo jerárquicamente de las necesidades de la tercera edad, colectivo al que representa a través de su delegación. El gerente de la EMT, Josep Enric Garcia Alemany, se sintió dolido y pidió respeto al proceso de consulta abierto entre la ciudadanía. Tras este primer rifirrafe, el edil socialista Vicent Sarrià anunció ayer que pedirá explicaciones al gerente en el Consejo de Administración de la compañía „del que es vicepresidente„, ya que entiende que se «extralimitó» en sus declaraciones a Levante-EMV. También ayer, Giuseppe Grezzi (Compromís) se sorprendió por las críticas de su socio de gobierno, al que pidió más lealtad.

Vicent Sarrià salió en defensa de su portavoz, Joan Calabuig, argumentando que solo hizo «una valoración sobre el problema que puede suponer para algunos centros de mayores la remodelación de algunas líneas». «Dijo que hay que priorizar los derechos de los mayores y en ningún caso lo hizo con ánimo de discrepar. Pero ante esto no es de recibo la reacción del gerente de la EMT. Creo que no tiene claras cuáles son sus funciones y le pediré explicaciones como vicepresidente de la compañía», anunció.

Sarrià defiende que la remodelación de líneas de la EMT es necesaria, pero recordó que en un proceso participativo «se ha de escuchar a las personas». «Estamos al inicio del proceso y no se puede imponer un criterio», dijo Sarrià, que rechazó que Calabuig esté desinformado: «El desconocimiento lo demuestra el gerente de la EMT con sus desafortunadas declaraciones».

Por su parte, el presidente de la EMT y concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, aseguró que hace unos días Joan Calabuig recibió información detallada del cambio de líneas y rechazó que exista descoordinación en el seno del tripartito. «Claro que hay comunicación entre nosotros, pero a lo mejor el señor Calabuig no conoce bien los detalles», explicó el regidor de Compromís.

Grezzi dijo que si Calabuig tiene dudas «lo ideal sería que nos preguntara, no que las expresara en público en los medios». «Somos socios de gobierno y no entiendo que el PSPV critique a uno de sus socios. Nosotros respetamos su trabajo y nunca lo hemos puesto en duda porque confiamos en ellos», añadió.

La EMT garantiza que el cambio no penalizará a los mayores

El origen del conflicto entre PSPV y Compromís está en la remodelación de la línea 11 de la EMT. Los centros de mayores de Orriols, Salvador Allende y Viveros exigieron a la compañía ayer que no cambie las paradas o, de los contrario, se movilizarán con una recogida de firmas. La EMT ha previsto trasladar las paradas de bajada y subida, pero asegura que los afectados recorrerán los mismos metros. «Garantizamos que mantenemos las mismas distancias que antes, pero ahora el mayor recorrido será para ir al centro de salud y el menor el de regreso a casa. Aumentaremos la accesibilidad y la seguridad en la parada de la calle Almassora y, con el cambio, se beneficiará mucha más gente y se ganan 5 minutos de tiempo», dijo la EMT.