La Policía Local de Valencia ha denunciado este fin de semana a 94 locales, cuatro de ellos por exceder el horario de cierre, cinco por infracciones de carácter administrativo y el resto por infracción a la ordenanza municipal de ocupación de vía pública por parte de las terrazas. Así, la Policía con el comienzo de la época estival, ha intensificado la vigilancia sobre estos locales para garantizar que la convivencia vecinal en las zonas de ocio sea la adecuada en cada barrio y así poder conjugar el descanso y el ocio de los ciudadanos. En concreto, se examinarán la instalación de mesas y sillas comprobando su autorización, el exceso del número autorizado de mesas y sillas y el horario de cierre.

Las quejas reiteradas de los vecinos de las zonas con mayor contaminación actústica han llevado a extremar los controles ya desde este fin de semana, tal como explicaba la concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, con la llegada del buen tiempo y la «expansión» de las terrazas.

En cualquier caso, se aprestaba a explicar que llevan desde el mes de enero «con un control muy riguroso» y con «una labor preventiva» en un intento por pacificar la convivencia. «Estamos con una línea de actuación muy clara para mitigar el ruido nocturno», incidía, para acto seguido reconocer que pese a el empeño de la concejalía «no es suficiente». De ahí, el objetivo del tripartito de recuperar las competencias para sancionar en firme con el cierre de locales que incumplan sistemáticamente la normativa, y que ahora tiene la Generalitat Valenciana. «Estamos con los vecinos y su derechos al descanso», señalaba para asegurar que con el anterior equipo de gobierno, «no existía ningún tipo de control». «La cosa va poco a poco, pero con este tipo de actuaciones se ve que no vamos a permitir excesos», apuntaba la edil socialista.